Cada cual lleva la suya,
al son de los tamborcillos,
caminan donde está el Niño
entre la zambra y la bulla,
caminan donde está el Niño
entre la zambra y la bulla.
Y cuatro de esos pastores,
que llevaban por ofrenda
cuatro muy hermosas flores,
formaron una contienda,
cuatro muy hermosas flores,
formaron una contienda.
Qué lirio más hermoso, más
bella es la azucena,
el clavel el que vence
y
la rosa es la reina.
Oíd, qué sonidos, qué
alegres empiezan,
oíd, que las
flores que al Niño le llevan.
Escuchen, escuchen,
atiendan,
atiendan,
éstas son las flores que
al Niño le llevan:
El clavel, la rosa, el
lirio y la azucena,
el clavel, la rosa,el lirio y la azucena.
Tiene el clavel, tal finura,
que a poco está marchitado,
así nuestro Dios amado
perderá al fin su hermosura,
así nuestro Dios amado
perderá al fin su hermosura.
Cantemos festivos
cantemos alegres,
castañuelas, sonajas y flautas
que tocan los pitos
con las panderetas.
La rosa, que entre fragancias
reina del prado se obstenta
desde Belén al Calvario
pasaron su gozo y pena,
desde Belén al Calvario
pasaron su gozo y pena.
Cantemos, festivos...
El lirio, Jesús amado,
que al mundo solo imagina
no hay lirio como el del prado
criado entre las espinas,
no hay lirio como el del prado
criado entre las espinas.
Cantemos, festivos ...
En la fragancia y candor
os comparo a la azucena
pues vuestra persona es llena
de pureza y sumo olor
pues vuestra persona es llena
de pureza y sumo olor.
Cantemos, festivos...
Conociendo ya las flores
y las cuatro dominantes,
con las cuatro, los pastores,
coronaron al infante,
con las cuatro, los pastores,
coronaron al infante.
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