Anécdotas de nuestra historia

Mozas en las fuentes. (Gor. Año de 1752.)
Archivo Histórico de la Catedral de Guadix
1 de Febrero de 1752
Documentos sueltos del s. XVIII. Visitas pastorales.
Transcripción de Carlos Asenjo Sedano.

Corridas de toros. (Gor. Año 1622.)
(Archivo Histórico de la Catedral de Guadix.
23 de noviembree de 1622
Documentos sin clasificar
Transcripción de Carlos Asenjo Sedano.)

Incidentes callejeros.
(Archivo Histórico de la Catedral deGuadix
17 de octubre de 1562
Documentos sin clasificar.
Transcripción de Carlos Asenjo Sedano)

 

Problemas de la Iglesia de Gor. Año de 1596.
Archivo Histórico de la Catedral de Guadix
7 de marzo de 1596
Cuentas de Fábrica.
Transcripción de Carlos Asenjo Sedano.

 

El alcalde Remedios médicos

 

 

 

 

 

 

 

 

EL ALCALDE

 

Según los archivos de D. Juan García Carrasco, en el periódico "El Defensor de Guadix" del 10 de diciembre de 1908, aparecen los siguientes artículos referentes a Gor:

"Algunos vecinos de la Villa, habitantes en Las Viñas de dicho término, se acercan a nuestra redacción a fin de que hagamos saber al representante en esta localidad de la Compañía Arrendataria de Tabacos y a los delegados de Hacienda Pública sobre la conducta que observa el estanquero al expender los sellos de correos, timbres, tabacos y cerillas. Dicho funcionario, parece ser que se niega a la venta de dichas especies si no pagan los compradores mayor suma de las que señalan las tarifas oficiales, cobrando quince céntimos de peseta por dos cajas de fósforos de cinco céntimos cada una, y cincuenta céntimos por un paquete de cigarrillos de los de cuarenta y cinco céntimos".
"Este hecho, de ser cierto, reviste gravedad e importancia por tratarse de especies estancadas y ser irreparables los perjuicios que se le originan al público, por lo que nos permitimos llamar la atención de los encargados de tales asuntos, al fin de que se hagan las averiguaciones oportunas y adopten en su caso las determinaciones que su celo les sugiera para terminar con tan escandaloso hecho".

El 17 de diciembre de 1908:  

"Nos permitimos llamar la atención del Sr. Gobernador civil de la provincia, acerca de la anormalidad con que marchan los asuntos municipales de dicho pueblo. Parece ser que el alcalde se encuentra por completo divorciado de los demás concejales y celebra sesiones sólo con el Secretario en los días que tiene por conveniente, y el resto de la corporación, con un secretario habilitado al efecto, también se reúne en el portal de la Casa Consistorial, para adoptar los acuerdos que las circunstancias y necesidades de sus administrados exigen; reuniones que tienen efecto en los días que acordara el Ayuntamiento al constituirse".
"Según nos dicen, de las actas que levantan ambas corporaciones, se remiten certificaciones a la Superioridad, a veces con acuerdos contrarios sobre un mismo asunto. Tales hechos no pueden ser más escandalosos, y es preciso, Sr. Gobernador, que de una vez para siempre, se le haga entender a ese Alcalde, cuales sean sus deberes para con las demás personas que constituyen la Corporación Municipal".

El 22 de Octubre de 1908: 

"¿Qué ocurre en Gor? Hace días venimos recibiendo noticias de algo anormal que viene ocurriendo en dicha Villa".
"En efecto, parece ser que por auto de procesamiento y suspensión dictado por este Juzgado de Instrucción contra el Alcalde de dicho pueblo, éste debió cesar en sus funciones tan luego le fue notificada la resolución judicial, según dispone terminantemente la ley municipal y resoluciones que la aclaran y completan, y entregar la jurisdicción al teniente de alcalde que debiera sustituirle; pero es el caso que el alcalde suspenso, lejos de prestarse a acatar el mandato judicial, se subleva ante la idea de abandonar el turrón y desaparece de la localidad sin hacer entrega de nada. Así las cosas, el teniente de alcalde, a quien por ministerio de la ley corresponde encargarse de la Alcaldía, lo hizo participando lo ocurrido a las autoridades superiores, así como que, el peatón correo se negaba a entregarle la correspondencia, el Secretario al despachar, a abrir las oficinas y entregar el sello y que los agentes de policía no lo obedecían, debido a que el alcalde en suspenso continuaba de matute ejerciendo las funciones de alcalde que ya no tiene, y esto unido a que la guardia civil se muestra indecisa por no saber a que alcalde debe obedecer, lleva la intranquilidad a un vecindario que por poco tiempo a esta parte está probando las dulzuras del cacicazgo de los amigos del Sr. Marqués del Cenete".
"Sabemos que por estos hechos se instruyen diligencias por este Juzgado, pero nos permitimos llamar la atención del Sr. Gobernador Civil de la provincia para que adopte aquellas medidas que tiendan a calmar los ánimos de aquellos vecinos, ordenando a la guardia civil preste el debido apoyo al alcalde que legalmente lo sea del pueblo, que no puede ser otro que aquel que deba sustituir al suspenso".
"Esto es lo legal, y fuerza es atenerse a lo que dispone la ley".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REMEDIOS MÉDICOS

 

Sabes ¿cómo se curaban o aliviaban algunos dolores y medios para librarse de las picaduras de insectos parásitos en la primera mitad del siglo?
        
- Para curar el resfriado se le colocaba al enfermo, alrededor del cuello, un trozo de papel de estraza bien empañado en aceite; o bebiendo el líquido obtenido de cocer higos tomándolo caliente y metiéndose en la cama arropado con mantas para sudar lo máximo; a los bebés, las madres le levantaban la ropa desde la cintura hacia arriba, tomaban un sorbo de aguardiente y lo espolvoreaban sobre el pecho y espalda del niño con bastante fuerza, y del susto que recibía desaparecía el resfriado.- El dolor de garganta se curaba con el sebo de gallina, por lo que éste era guardado para las ocasiones colgado detrás de una puerta y cubriéndolo con un trozo de tela.
       
   - Los sabañones, frotando sobre ellos ajos bien calientes.
      
     - Para curar el mal de costado, se cogían sanguijuelas en pequeñas charcas -en las Fuentezuelas abundaban muchísimo- y se colocaban en la parte dolorida; después de chupar la sangre aumentaban de volumen muriendo al poco tiempo; también se utilizaban ventosas que consistían en envolver con un trozo de papel de estraza una "perragorda" formando una especie de mariposa. Se colocaba en la parte afectada y se cubría con un vaso colocado boca abajo. Se observaba que la superficie ocupada se inflamaba.
       
    - Las recetas médicas indicaban las sustancias y la cantidad de cada componente que el enfermo debía tomar. Las farmacias poseían unos botes de cerámica con dibujos y letras de oro donde se leía el contenido.
      
     - El potingue consistía en mezclar los productos recetados.
    
       - El comprador del medicamento debía llevar un vaso en donde se vertía el preparado. Lo tapaba tan bien el farmacéutico que asemejaba a la colocación del pellejo en la zambomba.
     
     - La sarna, enfermedad contagiosa, se manifestaba mediante pequeñas pústulas en todo el cuerpo, y sobre todo, en las muñecas y entre los dedos de las manos. Picaba muchísimo, por lo que constantemente te arrascabas, saliendo de las pústulas aguaza como cuando te pinchas una ampolla; si lo hacías fuertemente saltaba sangre. Para curarla, las madres preparaban un barreño con agua tibia y un pote conteniendo azufre y limón; con estos tres elementos los hijos recibían el masaje y saltaban como gamos por el escozor tan rabioso que sufrían.
     
      - Un insecto parásito, molesto y asqueroso, era la chinche. Antes de descubrir el D.D.T., era imposible exterminarla; se reproducían más que los piojos, que ya es decir. Lo hacían en los maderos de los techos o paredes de tablas carcomidos pero sobre todo en los catres, que eran de madera, y unas cuerdas que hacían de somier. En las camas de hierro también proliferaban.
       
       De día permanecían en las hendiduras y de noche se preparaban para el ataque; como eran lentos tardaban algún tiempo en llegar a la presa, el tiempo suficiente para cogernos en el primer sueño. El sitio más vulnerable era el cuello, por estar al descubierto. Al sentir el picotazo, despertabas e inconscientemente y sobresalto sacabas el brazo llevando la mano al lugar afectado, en donde la chinche era víctima, dejándote entre los dedos su sangre de olor fétido y repugnante. Por la mañana, cuando te mirabas al espejo veías huellas de la misma.
       
        Muchas veces llegábamos a la desesperación; nos incorporábamos en la cama, encendíamos la luz para matar las que corrían sobre la almohada; esto se hacía más difícil cuando no había luz eléctrica y era necesario utilizar carburos o candiles.
       
         Estos insectos temidos también tuvieron lugar dentro de la poesía. Escribiré sólo una estrofa'
       
       Ya salen las chinches de sus madrigueras,
       
       ya vienen formadas en grandes hileras,
       
       la chicha, la grande, la flaca, la obesa
       
       se dirigen veloz a su voraz empresa.
       
       ¡Que de exclamaciones, que de picotazos! ... etc.

       
          En la casas se tenía el sumo cuidado de blanquear los dormitorios y limpiar las camas con agua hirviendo durante la menguante de Marzo, pues se decía que era la época más idónea para reducirlas. Si una cama no se usaba durante varios días, se multiplicaban como las esporas. Por eso, se temía tanto cuando ibas de viaje y te veías obligado a pernoctar en posada o pensión, pues las mujeres de la limpieza se preocupaban sólo de hacer las camas, limpiar, fregar el suelo y lavar las sábanas. Se daba el caso de que los huéspedes pasaran la noche en una silla.
       
         Descansen en paz estos insectos por una eternidad.

A. Pérez Lozano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mozas en las fuentes  Gor. 1 de Febrero de 1752

 

Mandatos que dejó a esta iglesia parroquial de Gor, el Ilmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Guadix y Baza, fray Miguel de San José, en la visita realizada a esta villa:
“Encargó encarecidamente... que procuren por todos los medios que sea preciso que los padres y cabezas de familia envían por agua a la fuente a muchachos o niñas de poca edad, y en caso de que no puedan excusar el enviar mozas ya grandes, en ningún caso lo hagan a las horas en que suelen concurrir los mozos con el motivo de dar aguas a sus ganados. Y encargó esto a la Justicia bajo cargo de sus conciencias, de haber de dar estrecha cuenta en el tribunal de Dios, que sobre este punto velen y no permitan en dicho sitio la concurrencia de mozos y mozas, y mucho menos las conversaciones y pláticas menos decentes. Y si pareciere conveniente, para evitar mayores males, el consentir bailes públicos, no toleren estos sin que se hallen presentes algunos ministros de Justicia, para que se baile con la debida modestia, sin consentir acciones o palabras que desdigan del nombre y profesión cristiana, y puedan ser causa de mal ejemplo al prójimo...”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Incidentes callejeros.  Gor, 17 de octubre de 1562

 

En la Villa de Gor, que es del Ilustre señor don Diego de Castilla, mi señor, en diecisiete de octubre de 1562 años..., el muy magnífico señor bachiller Luis de Haro, gobernador de ella, ante mi Pedro de Carranza, escribano de Su Majestad...dijo:
“Que a su noticia es venido que agora, poco ha, Pedro de Escobar, clérigo presbítero, beneficiado de la iglesia de la dicha villa, porque Francisco Martínez,
guarda, denunció de Juan Martínez su criado, por haber cortado cuatro pies de encinas contra las leyes y pragmáticas de Su Majestad, salió a la plaza y dio muy grandes voces y gritos, convocando mucha gente, diciendo quelo que aquí se hacía no era sino robar a las gentes, y que ni en Bozegillas ni en Berbería se haría. Lo cual dijo causando gran escándalo y alboroto en la plaza pública, allegándose mucha gente al susodicho, y para saber si es así y dar noticia de ello...”
El alguacil, Gonzalo Granizo, vecino de Gor, al efecto, declaró:
“Que lo que pasa es que hoy el dicho señor gobernador dijo a este que declara que fuera a ver la madera que se ponía en una casa que Francisco Rodríguez, clérigo, labraba, y éste que declara la vio, y se volvió; y venía Francisco Rodríguez, beneficiado, quejándose que por qué le tomaban el maestro que labraba su casa, y en esto se toparon con Pedro Escobar, beneficiado, junto a la iglesia. Y el dicho Pedro de Escobar dijo a este que declara: ¿Por qué se llevaron mi criado a la cárcel? Y este que declara le respondió que porque había cortado encinas por el pie. Y el dicho Pedro dijo a voces que eso no era nada más que robar, que en Bozegillas no se haría lo que aquí se hace. Y se airó mucho y dio muchas voces, y acudieron muchos morillos. Y este testigo le dijo que mirara bien lo que decía y que cada uno viviese bien para que no le prendiesen. Y el dicho Pedro de Escobar contestó: Nosotros vivimos mejor que cuantos hay... Y que sus palabras eran escandalosas y dirigidas a la Justicia.
Y habiéndole preguntado el Gobernador por qué se agraviaba Francisco Rodríguez, clérigo, dijo que porque un oficial que tenía labrando su casa se había venido a labrar en la casa de don Diego, mi señor. Y que tal oficial era el menor de los Huete. Y que esta mañana, yendo el señor don Diego a Misa, se topó con el dicho oficial y le dijo: ¿Ves porque no trabajais en mi obra? ¿Qué hacéis aquí?... Y le decía esto porque el albañil estaba trabajando en la casa del clérigo. Y el oficial le contestó que estaba solo poniendo unos maderos. Y don Diego le dijo: ¿Y cómo dejáis mi obra y os vais a trabajar a otra parte?... Andad e ir a trabajar a mi obra... Y que por esto era por lo que se quejaba el clérigo...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Corridas de toros. (Gor, 23 de noviembre del año 1622.)

 

El licenciado Juan de Ribera, fiscal general de este obispado denuncia:
Al maestro Carera y al licenciado Luis López, curas y beneficiados de la Villa de Gor, y del gobernador de la dicha Villa, y de las demás personas que intervinieron y se hallaron inculpadas en esta causa, las cuales, con poco temor de Dios nuestro Señor, y en contradicción de los mandatos de los romanos pontífices, y en menosprecio de la Justicia que administra..., los cuales, ayer domingo, que se contaron veinte de este presente mes, corrieron toros sueltos en la plaza de la dicha villa, con muy grande alboroto y escándalo a todo el lugar, al ver que en día de domingo, que es prohibido por el derecho, el correr y celebrar tales corridas de toros, en todo lo cual han cometido grave y atroz delito digno de pugnición y castigo... etc.
Los testigos declaran no saber nada. Y agregan:
Que se corrieron sin cuerda alguna, sólo con unos listones de seda colgados en los cuernos a modo de cuerda...Y que lo sabe porque se halló en ellos, en una barrera... Y que se corrieron porque Pablo Sánchez, vecino de la villa, se casó... Y que aunque se opusieron el cura y el beneficiado, los corrieron contra su voluntad...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Problemas de la Iglesia de Gor. 7 de marzo de 1596

 

El maestro de carpintería, Marcos Tudela, ante el beneficiado de la iglesia de Gor, dice:
“Que la iglesia de Gor tiene necesidad:
Lo primero de cubrir las cabezas de los tirantes que están sentidas, y por encima de lo que está quebrado, echar unas planchas de hierro, que abrace por la parte de atrás el estribo. En el lado de la torre descubrirlo y de cargar el tejado que está entremedias; alzar los caballetes, y echarle dolimas sobre que carguen las péndolas; echarle los estribos muertos que hagan menester, y por encima los tirantes que estuvieren doblados... y una carretada de alfarjías y una carretada de tablas...”
De la misma opinión fue el maestro Melchor de Villalba, maestro de albañilería:
“Que la capilla del beneficiado está haciendo daño a la capilla mayor, y que es menester, por detrás de ella, arreglarlo, ya que todo corre peligro.
Y la puerta de la sacristía que se macice.
Y que el arco toral es menester arreglarlo y tomarlo con su yeso.

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