SIGLO XVII

Razones y origen de las fiestas de Gor 
                         
por Antonio Jiménez Cuevas y Rafael Pedrosa García
El arte en la Iglesia Parroquial de Gor 
                                             
por Antonio Fajardo Ruiz
Pinturas murales en la capilla de la Virgen de Belén
                                                            
por Manuel Millán Arjona
La capilla del Rosario de la iglesia parroquial de Gor 
                                                           
por Antonio Fajardo Ruiz

Los señores de Gor (V)  por Manuel Sánchez García

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RAZONES Y ORIGEN DE LAS FIESTAS DE GOR

 

Cuando en los últimos días de julio, el silencio de la tarde es roto por el repicar de las campanas que tocan a misa y por el primer cohete que anuncia la Novena a San Cayetano, un escalofrío recorre nuestro cuerpo. Las fiestas están a la vuelta de la esquina.
         
En estos días se conjugan tres aspectos importantes: por un lado el rememorar cada año la tradición del pasado, esa tradición que forma parte de la historia del pueblo; por otro el reencuentro esperado de las familias separadas por causa de todos conocida: la emigración; y por último la alegría, la diversión y la "juerga" que lleva consigo toda fiesta.
         
Hoy me centraré en el primer aspecto: la razón y el origen de Nuestras Fiestas y la elección de San Cayetano como patrón.
         
En contraposición con otras fiestas que tienen un origen pagano, las fiestas de Gor, en su comienzo eran eminentemente religiosas, su causa como después se comprobará fue librar al pueblo de las enfermedades y de la muerte que en estos años azotaba a la Villa de Gor, para lo cual se escoge a San Cayetano como librador de estos males.
         
Así en el libro de defunciones del año 1666 aparece un escrito donde se exponen las razones y obligaciones de todos los vecinos que habiten en la Villa de Gor con su Patrón.
         
A continuación expongo literalmente dicho texto que transcribimos Rafael Pedrosa García y yo.

 

 

VOTO QUE LOS VECINOS DE GOR HICIERON A SAN CAYETANO EL DIA 20 DE ENERO DE 1666

"En la Villa de Gor en 20 días del mes de Enero de 1666 años. Estando juntos y congregados en la Iglesia de esta villa, los licenciados Juan Fernández de Torres Beneficiado de la dicha Iglesia, el Ldo. Alonso Díaz Bustamante Cura, Torcato García (sacristán?), gobernador Diego Romero y Fernandez Morente, Alcaide Diego de Ayala, Regidor perpetuo Marcos Ruiz Regidor Real Concejo Justicia y Regimiento de esta villa. Dijeron:
         Que por los muchos pecados de esta villa y sus vecinos, nuestros Señor ha sido sabido de enviar a los vecinos de ella enfermedad de tabardillo y dolor de costado, de que ha muerto mucha gente y dicha enfermedad de presente se está padeciendo y para acceder a nuestro Señor a pedirle misericordia, se ha comunicado tomar por abogado de esta villa y esto sea con su divino, más se apiade de esta villa alzando la mano del castigo, para remedio de la dicha enfermedad al señor San Cayetano haciendo voto de guardarle su día por de fiesta de guardar, ayunándole su víspera. Y si por impedimento legítimo alguno no pudiera ayunar dicha vez, pero haya de ayunar el día y guardarle por día de fiesta; y esto se entiende ser los vecinos estantes y habitantes de ella, y el ayuno ha de obligar a los que tuvieren catorce años de edad.
         Y para que dicho voto tenga fuerza se reciban los votos de los vecinos de esta dicha villa, para que ellos y sus descendientes lo guarden y observen y dichos votos se recibieron en la forma siguiente"
         "Mi Señora doña Isabel Lasso de Castilla, Señora de esta villa, por ausencia del señor don Sancho de Castilla, su marido, por lo que le toca y puede hacer el voto de guardar, lo que los demás vecinos" (se nombran 104 vecinos que aceptaron dicho voto).
         Y en la manera suso dicha, todos los vecinos de esta dicha villa votaron por su abogado, para que con su intersección con nuestro Señor Jesucristo, alcance su alivio esta villa y sus vecinos de las enfermedades que se padecen, y todos ofrecieron guardar lo contenido en este voto que hacen y que lo guardaran todos sus descendientes y demás vecinos que a esta villa vinieran a vivir, haciéndole el día que la Iglesia celebra su fiesta, esta villa, ese día se fiesta de guardar y su víspera ayunar y para que permanezca y se conserve este voto, todos los en él contenido lo remiten a su Señora ilustrísima; el Sr. don Fr. Joseph Laymez, obispo de Guadix, para que lo apruebe y se guarde para siempre y jamás". Y lo firmaron los que supieron:

-Alonso Díaz Bustamante.
-Ldo. Juan Fernandez de Torres.
-Torcato García
-Diego de Ayala y Bargas.
-Marcos Ruiz de la Yeguas.
-Juan García de Herrera.
-Diego Nabas.
-Antonio Sánchez

Gor 29 de Julio de 1988

A. Jiménez y R. Pedrosa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El arte en la Iglesia Parroquial de Gor, por Antonio Fajardo Ruiz, Subdelegado del Patrimonio y Arte Sacro de la Diócesis de Guadix  

Arte y catequesis van siempre de la mano. Ahora que estamos en el tiempo de la imagen sería bueno utilizar nuestros cuadros, imágenes, objetos de orfebrería para llevar a nuestros niños a una mejor comprensión de la fe y de la liturgia. Seguro que a veces nuestras catequesis resultarían más dinámicas y sugerentes. Gor guarda, aparte de la Capilla del Rosario, las pinturas de la Flagelación, la Expectación de la Virgen, Santa María Magdalena y San Cayetano, un conjunto de objetos de orfebrería merecedor de un estudio pormenorizado. Desde aquí animo a todos los goreños amantes de su pueblo y de sus tradiciones, pero sobre todo a aquellos que comparten la fe que produjo estas obras, a que aúnen voluntades en aras de la conservación del patrimonio que han recibido

Las imágenes devocionales del Barroco 
         
en la Iglesia de Gor

         - Cuatro son los cuadros devocionales que encontramos en esta parroquia. Tres de ellos conservados en la Sacristía: La Expectación de la Virgen, María Magdalena y la Flagelación del Señor; el cuarto, San Cayetano, está situado a los pies de la nave lateral izquierda; aunque debió de hacerse, como es natural, para la capilla del santo, pues allí existe hueco con las mismas dimensiones que las del cuadro.
         
- En esta breve reseña para la revista Amigos de Gor quisiera dar a conocer, siguiendo las indicaciones de don Andrés, que, no ceja en su empeño de dar a conocer y recuperar en lo posible las obras artísticas o históricas que la parroquial de Gor guarda entre sus muros, el cuadro de la Flagelación del Señor.
         
La pintura mide 135 por 88 cm. Es de buena factura. Representa a un hombre desnudo, sólo conserva el perisona. Encorvado hacia la parte izquierda. Está sujeto por unas cuerdas a una columna pequeña, la pintura muestra a un hombre humillado pero no desprovisto de dignidad.
         
Su estado de conservación es pésimo. El tiempo, la humedad, el humo de las velas y lamparillas y la acción de los parásitos han hecho desaparecer su belleza primitiva. Y lo que es peor, corre serio peligro de desaparición si no se acomete una pronta restauración.
         
La parte inferior, la que corresponde a los pies, unos 25 cm de tela, es un añadido. Claramente se ve que los pies no corresponden al mismo autor. Quizás se aprovechó el marco, sencillo con bronces en las esquinas, y se adaptó la tela al mismo, de ahí el añadido.
         
El cuadro presenta a la devoción de los fieles el momento en que Jesús, por orden de Pilatos, es azotado:
         
"Pilatos, entonces, tomó a Jesús y mandó azotarle" (Jn. 19,1).

        Un tema de pasión que hizo fortuna en el barroco granadino, plenamente en consonancia con el espíritu de defensa de la fe propuesto por el Concilio de Trento. Representaciones plásticas que el Concilio legitimó como vehículo catequético y de veneración.
         
- El catecismo de la Iglesia Católica en los números 476-7, actualmente nos dice al respecto de las representaciones de Jesús:
         
"Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado". Por eso se puede "pintar" la faz humana de Jesús. En el séptimo Concilio Ecuménico la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas.
         
Al mismo tiempo, la Iglesia siempre ha admitido que, en el cuerpo de Jesús, "Dios que era invisible en su naturaleza se hace visible". En efecto, las particularidades individuales del cuerpo de Cristo expresan la persona divina del hijo de Dios. El ha hecho suyos los rasgos de su propio cuerpo humano hasta el punto de que, pintados en una imagen sagrada, pueden ser venerados porque el creyente que venera su imagen, venera a la persona representada en ella.
         
Pintados en una imagen sagrada, el creyente venera la persona representada. Para veneración de los fieles se hicieron las imágenes que nuestras iglesias conservan. No son obras encargadas para museos el deleite estético, son obras producidas desde la fe para animar la fe. Y este es el punto principal desde el que tenemos que partir cuando queremos analizar una obra de arte religiosa. Sin fe nunca entenderemos, sin fe podremos hablar del dibujo, de la luz, del color, de la maestría en la ejecución, pero seguirá siendo una imagen velada que sólo se nos revela cuando entendemos que si se cuida la forma es para mejor expresar el fondo.
         
La pintura de la Flagelación del Señor de Gor, como he dicho en la descripción, presenta a un hombre encorvado hacia el suelo, atado a una pequeña columna, mirando fijamente al espectador. No aparece ningún personaje ni paisaje que le reste protagonismo, es una soledad "molesta" que no permite desviar la mirada hacia otro objeto para distraer la atención de aquello que la imagen humillada por las ataduras y la posición del cuerpo. La mirada de Jesús surge de la oscuridad de los contornos en una casi total ausencia de luz y nos invita más que a la contemplación del cuerpo a la contemplación de aquellos ojos fijos y penetrantes. Contemplación que nos llevará inevitablemente diálogo. Esta, como las demás imágenes barrocas de su género, están hechas para dialogar con el espectador. Cristo nos invita a través de los sentidos y tomando como punto de partida este momento de su vida, a hacer un recorrido por la nuestra (nuestra manera de ser y actuar) teniendo como referencia la suya, una vida en obediencia hasta la muerte en cruz de la que este momento es el paso previo.
         
El diálogo va desde la humanidad redentora a la humanidad redimida. Desde la humanidad caída a la posibilidad de la gracia.
         
Aquél que se acercaba a la imagen de Cristo era movido a la compasión e invitado a la conversión. Aquel dolor de aquellas llagas eran pasado y presente: El pasado del pecado en el origen y el presente del pecado personal. El pecado originante había sido vencido por Cristo. El pecado personal hay que vencerlo con Cristo.
         
Sería loable la recuperación del cuadro para el culto. Así también hoy los habitantes de Gor, y sobre todo los cristianos de Gor, volverían a tener la posibilidad, como sus antepasados, de encontrarse a través de la imagen representada con la imagen verdadera. Del Jesús del cuadro con el Jesús de la vida.

 

PINTURAS MURALES EN LA CAPILLA DE LA VIRGEN DE BELEN DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE GOR (GRANADA)

En la iglesia parroquial de Gor existen unas pinturas murales en las que se representan el escudo de Don Sancho de Castilla y una cartela en la que se puede leer con cierta dificultad:

"A honra y gloria de
Dios, y de su ven
dita Madre, Don San
cho de Castilla. Señor
de Gor hizo pintar esta
capilla de Nuestra
Señora de Belén por deb.
reinando España
Don Carlos Segundo en
el año de 1699 año. "

 

       A partir del interés por la restauración de estos restos pictóricos y según se podía deducir del texto, existía la posibilidad de que estas pinturas se extendiesen por más zonas de esta capilla y que permanecían cubiertas por varios encalados.
         
Partiendo de esta posibilidad, se comenzaron a realizar catas en distintos puntos del paramento que confirmaron la existencia de las mismas.
         
Los puntos donde se realizaron estas catas fueron en la zona frontal y superior del arco de entrada a la capilla, donde aparecieron los restos que completaban las pinturas que anteriormente se conservaban. En esta zona aparecieron dibujos que simulan hojas de acanto, medallones, etc...
         
Otra de las zonas donde se realizaron catas fue el intradós del arco donde finalmente aparecieron pinturas semejantes al frontal del arco y medallones con motivos paisajísticos.
         
En el interior, en la parte posterior del arco también aparecieron pinturas en menor cantidad y de menor interés en cuanto a cantidad de elementos pictóricos.
         
En la pared izquierda del interior de la capilla aparecieron restos pictóricos de un mayor interés estético pero que lamentablemente no estaban completas. Aparecen elementos arquitectónicos como sillares o vanos por donde se dejaba ver un paisaje.
         
En la pared derecha de la capilla aparecieron restos similares a los de la pared izquierda pero cubriendo una mínima superficie ya que el resto había desaparecido.
         
En la pared del fondo aparecieron, así mismo, otra serie de pinturas que representan unas flores y columnas enmarcando el lugar donde, posiblemente, iría una imagen ¿la de la Virgen de Belén?, y que hoy ha desaparecido.
         
El proceso que se siguió comenzó por la eliminación de la cal que en algunas zonas llegó a tener un grosor de seis capas.
         
Los restos aparecidos iban completando todo el conjunto pictórico, pero lamentablemente no cubrían toda la superficie de las paredes de la capilla debido a las innumerables intervenciones que a lo largo del tiempo ha sufrido el paramento para la prevención de humedades o por su propio deterioro.
         
Las pinturas descubiertas en el arco de entrada y en el intradós representan motivos decorativos de medallones, guirnaldas de flores, hojas de acanto, etc., en los que predominan colores muy vivos como el rojo, el azul, el amarillo o el verde.
         
En el interior de la capilla aparecen motivos florales o se simulan paramentos de mampostería en los que se abren vanos a través de los que se ven paisajes.
         
Las pinturas, realizadas con una técnica al seco, presentan una mala adhesión entre los estratos del enlucido así como del propio pigmento, por lo que se procedió a la fijación de éste y a la consolidación de los estratos del soporte mural.
         
Finalizadas la consolidación y fijación, se procedió a la reparación de oquedades, grietas y todos aquellos defectos que estéticamente podían dañar la unidad de la obra.
         
El siguiente paso se dedico a la reintegración del color en aquellas zonas donde se había perdido y de las que teníamos referencias.
         
Para delimitar la superficies pintadas del resto de paramento que carecía de ellas, se realizó un rebaje que circunda los límites de la pintura y que deja a un nivel superior el estrato original permitiendo a su vez diferenciarlo de los añadidos que se han realizado para conseguir una unidad estética.
         
Finalmente se aplicó una capa de protección para las pinturas originales y para las reintegraciones añadidas.
         
Todos estos procesos se han realizado respetando las normas vigentes actuales a nivel internacional en materia de restauración.
         
Estos trabajos de restauración están siendo realizados por el grupo PREDELA, Sociedad Civil de restauración de obras de arte, compuesta por: María Molero Vílchez, María Dolores Moral Ruz, Javier Bueno Vargas y Antonio Torres Sánchez.

         Queridos amigos: Desde hace mucho tiempo tenía en la mente poder restaurar el mural que había, y hay, en la entrada del templo. Cuando se realizó la obra del interior (cuando nos preparábamos para la retransmisión de la Santa Misa por Televisión) se descubrieron las que existen en el arco, pero en aquel momento me parecía prudencial tapar lo aparecido, tenía miedo a que me pararan la obra.
         
Fue la casualidad, el comentario con el futuro suegro de una de las chicas que están restaurando, a la sazón de Gorafe, lo que me puso en contacto con ellos. Después, Rosario, la viuda de Enrique «El Moreno», terminó de enlazarnos (ella es tía de uno de los muchachos). Así que se vinieron para acá, para pasar un fin de semana y restaurar lo que había, hoy cuando se escribe esto ya llevan 20 días trabajando.
         
Creo que merece la pena el trabajo que están haciendo, porque nuestra iglesia va a salir ganando. Como podéis comprobar por las fotografías que se acompañan el descubrimiento de las pinturas ha dado mayor valor a nuestro templo. Pero una vez más tengo que solicitar vuestra ayuda, la cuestión -al principio- iba a costar unas cincuenta o setenta y cinco mil pesetas (existen 16 metros cuadrados de pinturas), alguno podría decir que si no tenía por qué me he metido, por la sencilla razón de que siempre he contado con vuestra colaboración y comprensión, y además porque consideraba, y sigo considerando que todo aquello que eleve el nivel del pueblo es beneficioso para él. Es verdad que hay un poco de dinero, pero también estoy esperando a los albañiles para arreglar el tejado. Así que ánimo.
         
Cuando vengáis para las fiestas de San Cayetano, podréis ver algo más en la iglesia, podréis añadir algo más a vuestro cariño por el pueblo.
         
Os espero en las fiestas, San Cayetano está esperando.
         
Y por cierto, os tengo otra sorpresa para el 15 de Agosto.

 

La capilla del Rosario de la iglesia parroquial de Gor

Mi querido y buen amigo Don Andrés Porcel me ha llamado en una tarde de tormenta como es esta del 17 de junio de 1996, para que le de mi opinión sobre los frescos que decoran el camarín de la Virgen del Rosario de la Iglesia Parroquial de Gor. Y hasta allá me voy.
        La luz no es muy buena, pero intentamos, con un poco de paciencia, ver lo que aquellas pinturas nos muestran y a la vez mostrarlas, mediante este pequeño artículo sin pretensiones, a todos los que son o se sienten de esta noble Villa de Gor.

¿QUE VEMOS?
   
     El camarín, que se encuentra en la cabecera de la nave lateral derecha, es un pequeño habitáculo cuadrado que se remata con una falsa cúpula sobre pechinas y se abre a la nave mediante un arco de mediopunto. Una ventana en el muro izquierdo ilumina el lugar; frente a ésta, la puerta de acceso que comunica con las dependencias auxiliares del templo.
        En lo arquitectónico nada hay que señalar, el interés del camarín reside en lo decorativo. La decoración, hecha con la técnica de pintura al fresco responde en su temática al espíritu barroco.
        En la cúpula, que en la tradición iconográfica cristiana es el lugar que simboliza la esfera celeste, y por lo tanto, el espacio reservado a la divinidad, el autor representa en la línea que forma el círculo sobre las pechinas, una serie de ángeles tocando diversos instrumentos musicales, otros en grupos de dos y tres revolotean por encima de ellos con aire de fiesta, a la vez que otra serie representados individualmente e intercalados entre los músicos, muestran en sus manos extendidas un rosario. En esta esfera celeste, y justo encima del espacio que se encuentra entre el arco que abre el camarín al templo y la cúpula, está representada la Santísima trinidad con los símbolos que identifican a cada una de las personas divinas: el Hijo con la cruz, el Padre coronado por un triángulo y el Espíritu Santo en Forma de paloma. El Padre y el hijo sostienen entre ambos una corona real. Continuamos nuestra mirada perpendicularmente hacia abajo, fuera de la cúpula, y nos encontramos encima del arco, entre amplios cortinajes corridos, una hermosísima imagen de la Virgen, (que podemos ver en la contraportada de esta revista), de pie sobre una esfera de nubes, con la luna bajo sus pies y rodeada de ángeles, de los cuales dos, el de la derecha levanta con orgullo mostrando a quien les observa una rosa roja y el de la izquierda una azucena. San Joaquín y Santa Ana, con mirada perdida hacia el cielo, contemplan absortos la escena. Llama la atención, por lo inusual de este tipo de iconografía, como éste de la coronación de la Virgen, las figuras de San Joaquín y Santa Ana, así como sus dimensiones con respecto a las dimensiones de la pintura de María, lo que nos hace pensar que los padres de la Virgen, aquí representados, no son otros más que los Señores que costearon la decoración de la capilla. ¿Quizás los señores de Gor...? Las pechinas están decoradas con alegorías marianas. Las contiguas a la Virgen María representan una fuente y un pozo, las otras dos un ciprés y una palmera. Son símbolos tomados del Antiguo Testamento en los que la Iglesia ha visto su cumplimiento en la figura de María Nueva Eva. Si por la antigua Eva nos vino el pecado y por tanto la muerte, por María nos viene la vida. Ella es el pozo y la fuente de la sabiduría. Plantada como palmera en medio del desierto, nos recuerda a todos los que aún caminamos en este "Valle de lágrimas" que el Paraiso que habíamos perdido por el pecado lo hemos recuperado por Cristo mediante su "Fiat", las mismas connotaciones simbólicas de vida y comunicación con Dios tiene el ciprés. Refuerzan esta idea los colores que predominan en el conjunto pictórico: azul, blanco y rojo. El blanco y el azul símbolo de la Divinidad, el rojo de la humanidad. María es aquella que hizo posible que Dios se hiciera hombre: el rojo de la carne se vistió de azul del cielo.

San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María, que también está en este mural de una de las paredes de la Capilla de la Virgen del Rosario de la iglesia parroquial de Gor. (Al parecer, los modelos eran los mismos señores de Gor que costearon la obra).

         CLAVES PARA UNA COMPRENSION ADECUADA
        

*El arte al servicio de la fe
        Al comienzo de la descripción hacíamos notar que el esquema decorativo del camarín de Nuestra Señora del Rosario estaba dentro de lo que fue el espíritu del barroco católico. Para comprender este espíritu hay que recordar brevemente lo que supuso, lo que se ha llamado, la Reforma Protestante. El 31 de octubre de 1517, Lutero publicó sus 95 tesis en las que ponía en cuestión la doctrina sobre las indulgencias y opinaba sobre el momento que vivía la Iglesia. A partir de este momento, Lutero, iniciaba la publicación de un cuerpo de doctrina y comenzaba un camino, que a pesar de los múltiples intentos de conciliación llevados a cabo, le llevaría a la ruptura con la Iglesia Católica. Para el tema que a nosotros nos ocupa, nos basta saber que Lutero rechazó toda forma de culto a la Virgen, repudiando el rezo del Ave María y del Rosario, otros reformadores llegaron, incluso, a negar la autenticidad de las palabras con las que el Arcángel Gabriel saludó a María en la Anunciación: "Ave María Gratia plena". La Iglesia reaccionó. El Concilio de Trento quiso hacer la verdadera reforma moral y espiritual de la Iglesia, y dio respuesta a la doctrina de los reformadores protestantes. Desde este momento, el arte, que la Iglesia siempre utilizó como vehículo privilegiado para hacer llegar la fe a todas las personas, traducirá en imágenes, la fe que Trento proponía en sus decretos como verdadera fe católica.
        ¿Quién es ésta que se levanta como la aurora, hermosa cual la luna, resplandeciente cual el sol?
        La frase del Cantar de los Cantares, en la que la Iglesia ha visto la figura de la Virgen Madre, nos da la clave de comprensión. Toda la decoración está en orden a poner de manifiesto la grandeza de María que es coronada por la Trinidad Sagrada, coronada por el único Dios de quien es Hija, Esposa y Madre. La música de los ángeles no hace más que poner de manifiesto la alegría por el triunfo de Aquella, que había dicho de sí, que la felicitarían todas las generaciones.
        Trento en el decreto sobre el pecado original había declarado que, María, no había sido afectada de este pecado. Quien mandó pintar la capilla, como aquél que la ejecutó, el que la contempló y hoy contempla, puede ver aquello que la Iglesia cree: que toda Ella es llena de Gracia.
        

*El Rosario
       
La piedad postridentina mariana giró en torno al rezo del santo rosario, que según la tradición fue compuesto por Santo Domingo. Los fieles católicos que siempre acudieron a la Virgen con filial devoción, hicieron del rosario el ancla de su esperanza. La intersección de la Madre hará de la nave de la Iglesia, una nave segura, contra la que no podrán los errores de la Reforma, como antes no habían podido los errores de Arrio, Nestorio o los múltiples problemas que durante toda la Edad Media la habían azotado.
        Pío V, papa dominico, atribuyó al rezo de las Cofradías Romanas del Rosario la victoria de Lepanto. Desde este momento la devoción fue en aumento y se multiplicaron las imágenes e iconografía con esta temática, como se puede observar en este camarín: Los ángeles muestran a los fieles el rosario como medio para vencer las tentaciones del maligno, y llegar como María, y por su intersección, a la gloria de la Trinidad Santa, que está reservada a aquellos que permanecen fieles en medio de la tribulación. Fidelidad que nos garantiza la meditación asidua de los misterios de la salvación que podemos contemplar en el rezo del rosario. El rosario, por tanto, resume todo el simbolismo teológico e iconográfico del conjunto.
        Para terminar este apartado quiero traer a estas páginas, por aquello de que muchos de los miembros del Club Amigos de Gor residen en Cataluña y tienen como lengua propia además del castellano el catalán, una bella poesía religiosa del siglo XV, los "Gozos de la Virgen del Rosario", que recoge Santiago Sebastián en su libro Contrarreforma y barroco y, que según el autor, ha pervivido en la zona del levante hasta nuestros días. Literariamente completa lo dicho en el campo de las artes plásticas.
        

        Deu plantà dins vos, senyora,
        lo roser mol excel-lent,
        quan vos feu mereixedora
        de concebre‘ l purament,
        donant fé al Missatger
        que del cel vos trasmetia,
        Deu lo Pare que volia
        fósseu Mare del Roser...
        Reparada la gran erra
        de Adam per mort cruel,
        trasplantat fou de la terra
        lo Roser dalt en lo cel...*
        

*Posible traducción:


        Dios plantó dentro de vos, señora,
        el rosal muy excelente
        cuando vos fuisteis merecedora
        de concebirlo puramente,
        dando fe al Mensajero
        que del cielo transmitía
        Dios el Padre, que quería
        haceos Madre del Rosal...
        Reparado el gran error
        de Adán por muerte cruel,
        trasplantado fue de la tierra
        el Rosal, arriba, al cielo.
        

A MODO DE CONCLUSION
        Sé que quedan muchas cosas por decir sobre estas pinturas. Solamente he querido resaltar, con breves pinceladas, el valor catequético de las mismas y por lo tanto el deber que tenemos de mantenerlas y trasmitirlas a las generaciones venideras, para que con una adecuada formación, los cristianos de mañana puedan seguir disfrutando y aprendiendo en estas obras, la fe de sus mayores. Sin duda, en toda obra de arte religiosa importa sobre todo y antes que nada el mensaje. Con palabras de la profesora María Giovanna Muzj de la Universidad Gregoriana de Roma, podemos decir que «es innegable que el mensaje trasmitido por la imagen es prioritario respecto al modo de presentar la imagen misma, en otras palabras, que el objeto de la comunicación pasa por delante a la modalidad de la comunicación misma».

  Antonio Fajardo Ruiz
        Subdelegado de la Delegación de Patrimonio y Arte Sacro de la Diócesis de Guadix.