Anotaciones y reseña del legado histórico-cultural de la 
Casa Ducal de Gor en la ciudad de la Alhambra.

                                                                                                                                  Por Emilio Sáez

Con fecha 28 de noviembre de 1.992 aparece en el diario IDEAL de Granada una noticia que suscitó en mí una curiosidad especial: "La Comisión de Patrimonio aprueba el uso educativo del palacio de los duques de Gor"
A partir de ese momento siento la necesidad de recabar la suficiente información documentada que dé respuesta a diversos interrogantes, tales como: ¿De qué palacio de los duques de Gor nos habla el periódico?; ¿Cuál es su estado de conservación?, ¿Posee algún valor arquitectónico?... Y, sobre todo, ¿qué otros vestigios vinculados al acervo histórico-cultural de Los Gor perviven hoy en día en esta monumental y espléndida ciudad?
Como imagino que para algunos o muchos de los lectores de esta crónica puede ser un tema algo novedoso y en parte sugestivo, pasaré atrevidamente a convertirme desde estas líneas en una especie de cicerone, para presentar, con un estilo lo más parecido al utilizado en las guías urbanas, un itinerario granadino evocador de tiempos pretéritos, sin duda, pero que conecta ineludiblemente conformando la memoria histórica colectiva de un grupo social compuesto por individuos que se definen con el denominador común de haber nacido, vivido, emparentado, ser descendientes o simplemente mantener lazos afectivos con el pueblo de Gor.
Se hace necesario que antes de continuar coincidamos en una aclaración previa que evite posibles tergiversaciones, o pueda dar lugar a una polémica sociológica de ideas ya trasnochadas afortunadamente. Me explicaré. Es de dominio público las escasas o nulas relaciones que las personas que han venido ostentando el Título de Duque de Gor mantuvieron o mantienen con nuestro pueblo. Sin embargo es obvio que el hecho de existir tal Señorío, y posterior Ducado de Gor (el más relevante de toda la provincia de Granada), ha creado a lo largo de los años una impronta cultural que de algún modo ha "imprimido carácter". Eso es indudable... Al margen de valoraciones positivas o negativas de índole socio-económica....
Precisamente la hipótesis de trabajo de este artículo se dirige única y exclusivamente en dar a conocer el legado cultural de la CASA DUCAL de Gor en Granada y abrir las posibles vías de investigación historiográfica para quien estén interesados en proseguirlas.
¿Por qué en Granada?... Sencillamente porque aquí se desarrolló la mayor parte de la vida social y cultural de los Duques; aquí se instalaron construyendo su propia casa-palacio, dotada con una biblioteca, envidia de la ciudad; aquí fundaron un Patronato Familiar Honorífico de las Escuelas Pías en edificios de su propiedad (actual Colegio de los Padres Escolapios, en una cripta de cuya iglesia poseen el sepulcro familiar. El último Duque que recibió sepultura en él fue D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Goyeneche, V Duque de Gor, fallecido en 1.962); además, en esta ciudad de jardines y cármenes frondosos donde el susurro del agua clara que manan los surtidores, se pierde entre el colorido exótico de los nenúfares del estanque bordeado de arrayanes, aquí tuvieron el privilegio de ser los dueños hasta época reciente de la huerta Jardín de la Reina, muy famosa entre los granadinos, con su palacete de arquitectura nazarí conocido por el nombre de Alcázar Genil o palacio de Abu Said, Monumento Nacional del siglo XIII.
A fin de facilitar a los lectores la comprensión de los diferentes aspectos de este legado cultural, por un lado se tratará lo meramente urbanístico y dejaremos para un próximo boletín la publicación del trabajo que resulte tras investigar los materiales y documentos que hacen referencia a la fundación y funcionamiento del Patronato de las Escuelas Pías, que puede ser de gran interés puesto que aún se mantiene en nuestros días. Desde aquí adelanto la promesa y el ofrecimiento que se nos ha brindado de llevar a cabo en nuestro pueblo una exposición de cuadros (dos de ellos de enorme valor artístico, ya que son obra del famoso retratista del siglo pasado Federico Madrazo), de ornamentos de culto religioso y diverso material archivístico.

El apartado urbanístico lo vamos a concretar en:
                     - Casa Palacio de los Duques de Gor.
                    
- Alcázar Genil o Palacio de Abu Said. Jardín de la Reina.

 

CASA PALACIO DE LOS DUQUES DE GOR

En las Guías urbanas de Gómez Moreno (1.892) y en la más actualizada de Gallego y Burín (1.961) se alude a la existencia de esta Casa-Palacio de los Duques de Gor. En el Volumen I de "Nuevos paseos por Granada" (1.992) se dice: "Las casas-palacio de los Condes de Gabia y de los DUQUES DE GOR (el subrayado es mío) son dos típicas casas granadinas que responden al tipo de arquitectura con reminiscencias nobles que se construyen en Granada en el siglo XIX... Son casas palaciegas significativas de la arquitectura granadina...".
Sabemos por la noticia aparecida en prensa que este Palacio ha sido vendido hace apenas dos años por D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Silva, VI Duque de Gor, a la congregación de las Madres Mercedarias, que piensan ampliar en él su contiguo Colegio de Enseñanza. "Cosas de la vida..." como diría un ilustre personaje. Para mí que se le podría haber otorgado un destino final igualmente noble como es la educación de nuevas generaciones: probablemente como sede cultural de ámbito público, suerte que sí le ha correspondido a su vecino palacio de los Condes de Gabia. ¡Lástima que las autoridades políticas estén ocupadas en otros menesteres y no se preocupen de preservar el patrimonio de los intereses puramente economicistas!.
Para visitar dicho Palacio nos adentraremos en el barrio del Realejo, antigua judería, de calles estrechas, con rancio sabor a casas andaluzas de balcones prietos de primorosas macetas. Barrio donde convivieron durante bastantes siglos nuestras tres culturas: judía, árabe y cristiana. Situados en la iglesia de Santo Domingo, se andan los primeros pasos de la calle Ancha de Santo Domingo y se dobla la esquina de la Casa de los Girones. Vemos enfrente el palacio de los Condes de Gabia y a continuación nos topamos con la fachada del Palacio de los Duques de Gor. Estamos en la mal llamada Plaza de los Girones, ya que no es tal sino calle corta y no muy espaciosa. En el número dos, antes cuatro, se alza la fachada de piedra y ladrillo de un edificio de dos plantas. Si no queremos confundirnos, observaremos detenidamente la puerta principal: en el centro del arco de piedra tallada vemos el escudo de la Casa Ducal de los Gor.
Sin llegar a ser un edificio de excesivo valor arquitectónico, no obstante, es suficientemente atractivo y elegante, presentando un austero equilibrio en el conjunto de sus elementos. Grandes ventanales y balconadas adornan su fachada, con rejas de hierro forjado con gran maestría.
Hace unos días varios goreños residentes en Granada hicimos una visita a su interior. Hay muestras evidentes del abandono al que está sometido. Sin embargo todavía se aprecian las pinturas murales que adornan sus amplias y airosas dependencias, especialmente el gran salón de la planta superior y el artesonado que cubre el hueco de las señoriales escaleras. La puerta de hierro que da acceso al patio-jardín es una auténtica obra de forja: en el jardín se respiran aires de otros tiempos bajo la sombra del magnolio, pino y naranjos.
Hubo en esta mansión una buena biblioteca y un mejor archivo. La biblioteca fue vendida, en su día, a un señor de Madrid, no teniendo pruebas documentales de donde se encuentra en la actualidad. El archivo ha sido trasladado al retirar todos los enseres del Palacio. Según fuentes confidenciales, en un primer momento, a la finca que posee el Duque en la localidad de Caparacena y desde allí posiblemente a Madrid, que es la actual residencia de D. Mauricio. Gallego y Burín (pág. 251) nos aclara: "En la plaza (de los Girones) hay una casa del s. XIX, que fue vivienda de los Condes de Gabia y, junto a ella, la construida modernamente por los Duques de Gor, en la que se conserva una interesantísima biblioteca, con raras ediciones y manuscritos de Quevedo, Góngora y otros escritores españoles". Pero este autor escribió su Guía en 1.961 y... desde entonces han transcurrido demasiados años. Sólo nos hemos encontrado unas magníficas estanterías acristaladas hechas con nobles maderas... los estantes y anaqueles están demasiado vacíos: no queda ni un documento, ni un pergamino, ni un libro de Quevedo, nada.

 

ALCAZAR GENIL O PALACIO DE ABU SAID. JARDIN DE LA REINA

Cerca del funcional Palacio de Congresos que se levanta en el llamado Paseo del Salón, en la margen izquierda del río Genil a su paso por las proximidades del centro de la ciudad de Granada, se está restaurando un palacete de estilo nazarí, que está catalogado como Monumento Nacional del s. XIII. Nos estamos refiriendo al conocido Alcazar Genil o también llamado Palacio de Abu Said. "Se llamó Alcazar Genil (Gallego y Burín, pág. 281) en la época árabe y perteneció a la madre de Boabdil, figurando entre los bienes vendidos por ésta a los Reyes Católicos, pasando después a ser propiedad de los DUQUES DE GOR (el subrayado es mío), que hace algún tiempo lo enajenaron". Sabemos que pasó a ser del municipio en la segunda década de este siglo, no conociendo la fecha exacta. También sabemos que era parte de una gran huerta que se extendía desde el Colegio de los Escolapios hasta las últimas edificaciones de la actual Urbanización de Jardín de la Reina, es decir, bastantes miles de metros cuadrados en un punto clave de la ciudad.
Paso a citar textualmente lo que nos dice al respecto D. Manuel Gómez Moreno, porque con sus palabras nos haremos una idea más apropiada de este enclave: "Entrando por el camino de Armilla, (no olvidemos que estamos en 1.892), a muy poca distancia aparece una frondosa huerta llamada en el siglo XVI Jardín de la Reina (sic), en donde hubo un palacio árabe que se decía Alcázar de Xenil, posesión de las Reinas Moras, de quienes pasó a los Reyes Católicos, y su actual dueño, el Duque de Gor, lo conserva con laudable aprecio.
Es el edificio arábigo una pequeña sala decorada con extraordinaria suntuosidad y gusto exquisito, sin duda en tiempos de Yusuf I. Entre el ornato de paredes se distinguen algunas inscripciones, de las que es más importante la escrita en dos frisos que rodean la estancia, con gallardos caracteres cursivos y cúficos: "Gloria a nuestro señor el Sultán.- Aquel cuyas palabras son hermosas y sus rasgos de generosidad llenos de gloria.- El rey justo e intrépido"; además está el "Sólo Dios es vencedor" y la siguiente sobre los arcos gemelos de las alcobas que se abren en las paredes laterales: "Oh esperanza mía... sella con el bien mis obras". En lo alto de la sala hay veinte arquillos por donde entra la luz y sobre ellos resalta la ancha cornisa de mocárabes, que sustenta el artesonado de lazo...... A corta distancia por delante de la torre hay un colosal estanque, que mide 121,40 metros por 28, a cuyo extremo subsisten cimientos y la parte subterránea de una extensa nave.... con su correspondiente pórtico, desde el cual gozarían de la hermosa vista de la alberca llena de agua y de los juegos navales que dicen se celebraban en ella. Mas al oriente se conserva otra alberca árabe de forma circular."
La ampliación de la ciudad por esta zona eliminó la frondosidad de esta huerta. Por medio se trazó el Camino de Ronda, que se llevó consigo medio estanque. Todavía algunos podrán recordar los restos del colosal estanque, existieron hasta comienzos de los años setenta en que se edificó la Urbanización Jardín de la Reina.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

1. Gómez Moreno, Manuel (1.982): Guía de Granada. Imprenta de Indalecio Ventura, 1892. Edición Facsimil. Universidad de Granada. Instituto Gómez-Moreno de la Fundación Rodríguez Acosta.

2. Gallego y Burín, Antonio (1.961): Granada. Guía artística e histórica de la ciudad. Fundación Rodríguez Acosta. Madrid.

3. Varios (1.992): Nuevos paseos por Granada y sus contornos. Tomo I. Caja General de Ahorros de Granada.

4. Iniesta Coullant-Valera, Enrique (1.993): El Colegio junto al Río. Los Escolapios en Granada. Volumen I. En imprenta.

 

RELACION CRONOLOGICA DE LOS DUQUES DE GOR

Nota: Anteriormente sucesivas generaciones ostentaron el título de Señores de Gor. Esta relación hace referencia a los Duques, desde el inicio de la creación del Ducado de Gor en 1.802.

1.- D. Nicolás Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Vélez-Ladrón de Guevara, VI Marqués de los Trujillos, I Duque de Gor (desde 1.802), n. Valladolid en el año de 1.741, sin sucesión en un primer matrimonio, casa en segundas con María del Carmen Chacón Carrillo de Albornoz, natural de Sevilla.

2.- D. Mauricio Nicolás Alvarez de las Asturias Bohorques y Chacón Carrillo de Albornoz Guevara, n. en Granada, el 16 de Julio de 1.792, bautizado en la parroquia de Santa Escolástica, II Duque de Gor, VII Marqués de los Trujillos, Conde Torrepalma y de Canillas de los Torneros, casado con Doña María de la O Jacoba Guiráldez y Cañas Mendoza y Portocarrero, Vizcondesa de Valoria, Condesa de Lérida. Fundadores del Colegio Escolapio de Granada.

3.- D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques Guiráldez Chacón y Cañas, III Duque de Gor, n. en Granada en 1.849, m. en Burdeos sin sucesión el 13 de octubre de 1.877.

4.- D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Ponce de León, por fallecimiento del Duque D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Guiráldez, su tío, es IV Duque de Gor desde 1.882 (Cf. Fernández de Bethencourt, F., "Anales de la Nobleza de España -Anuario de 1.883", Madrid 1.883, Librería Simón y Osler, Pág. 365). Falleció en 1.930.

5.- D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Goyeneche, V Duque de Gor. Sus hermanos: María, Rosa, Nicolás y José María. María casó con Fernando Sartorius Díaz de Mendoza, Conde de San Luis; padres del conocido político Nicolás Sartorius. Este V Duque falleció en 1.962.

6.- D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Silva, VI Duque de Gor. Su hijo y heredero es D. Mauricio Alvarez de las Asturias Bohorques y Alvarez de Toledo, nacido en 1.960 y casado en 1.991.

Cit. en Iniesta Coullant-Valera, Enrique: "El Colegio junto al Río"; Los Escolapios en Granada, Volumen I. En imprenta.

 

 

 

 

 

 

 

 

DAR AL BAIDA -De Basilios a Escolapios-

EL PARAJE

«Hizo la donación del sitio la Sra. Doña Francisca Girón, Viuda del Sr. Alonso Núñez (sic) Bohórquez (sic) juntamente con el Sr. D. Antonio Alvarez de Bohórquez, su hijo. Ratificó después esta cesión el Sr. D. Alonso Alvarez Bohórquez, Marqués de los Truxillos (Señor de Gor), hijo y nieto de los expresados, por los que gozan esta Casa de Patronato de este Monasterio»(1).

Retrocediendo en el tiempo -volviendo a 1.616-, nos hallamos en un «sitio» que se llamó Casa Blanca (Dar Al Baida), paraje rodeado de feraces huertas y frondosas alamedas, y en presencia de unos personajes aún desconocidos para que el que esto lee, pero que muy pronto ya no lo serán tanto. Eso espero y en eso estamos, amigo lector.
La frondosidad de las alamedas en esa época realzan el paisaje a ambas márgenes del río Xenil (sic) a su paso por la ciudad de Granada, en las proximidades de la confluencia de éste con el río Darro, unidas por el puente que Seco de Lucena nombró como «puente del álamo», «qántara al hawr» (2). Hoy conocido para los granadinos por Puente del Genil.
El arabista Emilio García Gómez nos trae a la memoria al grande y excéntrico Ben Qúzman que tiene uno de sus mejores zéjeles para «La Alameda de Granada», sin duda una composición deliciosa de la poesía arábigo-andaluza, a la que no me resisto a transcribir aquí:

«La guapa olvido por / la que es más guapa.
No sé a quien elegir / en Haur Muámmal.
De fuera del Islam / había mozas
que me han dejado sin / saber qué hacerme.
Por verlas me senté / bajo los olmos
y me hizo arder mirar / desde esa umbría.
Sin habla me dejó / verla en Granada.
Perla entre aljófar es / por cómo brilla.
¡Florón de Al-Andalus / Berbería
la moza del brial / con cuello y negro!» (3)

El Haur Muámmal (El Alamo de Muámmal) de Ben Qúzman es el conjunto formado por los actuales Paseo del Salón y Paseo de la Bomba. «Un mawla (liberto) del Rey Badis inb Habbus, llamado Muámmal, embelleció la ciudad y sus alrededores: (...) puso su nombre a un paseo de álamos: el Hawr (álamo) Muámmal», en el s. XII. (4)
Esta Alameda se reformó en su estructura y arbolado en varias ocasiones. Durante la dominación napoleónica se estrechó el cauce y se convirtieron las laderas del río Genil en nuevas alamedas. La Alameda o Paseo del Violón fue urbanizada en el s. XVIII, aprovechando parte de la ribera izquierda del río, desde la altura del puente hasta las inmediaciones de la ermita de San Sebastián; repartida en tres avenidas o caminos, adornada de cómodos asientos y de una famosa fuente. En la actualidad poco queda ya sino el nombre de ten espléndido Paseo.

LOS ALVAREZ DE BOHORQUES

Tras las pinceladas paisajísticas y poéticas que ayudan al propósito de describir el entorno del Monasterio Basilio, retornemos al inicio de nuestra crónica para no despistar al avisado lector. Demos paso, sin más dilación, a contar la historia de la propiedad objeto de donación y conozcamos por fin a estos personajes. ¿Quiénes fueron, quiénes han sido (y son) los Alvarez de Bohorquez?.
«A la conquista de Sevilla asistió bajo las órdenes del Rey Don Fernando el Santo, un Martín Alvarez de Bohorquez, a quien el Rey le donó un lugar de los conquistados a los moros, que por eso se llamó Villamartín», escribe Durán y Lerchundi (5). Este mismo autor nos habla de otro Martín Fernández Alvarez de Bohorquez, descendiente del anterior, que participó en la conquista de Granada junto a los Reyes Católicos. Obtuvo algunas tierras regadas y feraces, anejas al lugar de la Rendición de Boabdil y frente al álamo a cuya sombra se había celebrado el primer culto cristiano. Cerca del «morabito o lugar de oración en tiempos musulmanes» (6), que posteriormente pasó a denominarse Ermita de San Sebastián, aún conservada en buen estado al final del Paseo del Violón. En palabras del que está considerado como autor de la primera guía urbana de Granada, Padre Juan de Echevarría: «Haberse hecho a su arrimo el altar, en que se celebró el Santo Sacrificio de la Misa el día dos de Enero de 1.492 cuando se tomó Granada» (7).
En realidad no fueron abundantes las donaciones en tierras que recibió Martín Fernández Alvarez de Bohorquez de manos de los Reyes Católicos. Las huertas aledañas, -ciertamente extensas y fértiles- hubieron de ir adquiriéndose en sucesivas compras. Como muestra sirva el ejemplo del Palacio de Abu Said o Alcázar Genil (Monumento Nacional del s. XIII) que se encontraba dentro del recinto de dichas huertas. Había sido propiedad de la madre de Boabdil, figurando entre los bienes vendidos por ésta a los Reyes Católicos. Luego pasó a posesión de la Casa de los Gor hasta principios del s. XX, siendo en la actualidad del municipio granadino.
Otro Alvarez de Bohorquez nos aparece en los albores del s. XVI en las luchas contra la sublevaciones moriscas en Las Alpujarras. Años antes que sus nietos fundaran la Abadía de San Basilio, Juan Alvarez de Bohorquez, asediado en Orgiva, «mostraba con su gente gran valor. A los cristianos les vino a faltar el plomo enteramente y este capitán valeroso, para continuar su defensa, no halló otro remedio que deshacer en menudos pedazos una vajilla de plata y tirarlos a sus enemigos en lugar de balas»(8). Así lo recoge Ginés Pérez de Hita en sus «Guerras Civiles de Granada». Añadiendo un comentario o valoración personal: «Tenías en más la defensa de tu puesto que la riqueza de tus vajillas».
Para finales del siglo XVI ya han levantado los Bohorquez una lujosa edificación junto al río Genil, saliendo del puente hacia la izquierda. Entre el lecho del río y sus acequias en esa zona; acequias Terramonta y Arabullila. Los documentos la denominan «Casa Blanca» («Dar Al Baida»), «heredad», «Casa de Recreación, Quinta o Casa de Campo», «Casas principales que llamaban Casa Blanca». Gómez-Moreno Calera dice: «Era la típica mansión señorial del XVI, con patio y dos torres flanqueando la fachada principal» (9). Por enorme fortuna contamos con un documento, de excepcional valor histórico, para ilustrar lo dicho anteriormente, donde se aprecia el aspecto de dicha propiedad en el año 1.612, justamente cuatro años antes que tuviese lugar la fundación y asentamiento en ese mismo edificio y huerta colindante del Monasterio de los Basilios, hecho que vino a modificar totalmente su fisonomía previa.

LA FUNDACION BASILIA

De esta suerte o manera comienza la historia de la abadía o Monasterio de los Basilios en Granada. En 1.616 reciben en donación «una casa y una güerta, extramuros de la ciudad», para hacer en ella la fundación de su convento, gracias a la generosidad de sus propietarios los Alvarez de Bohorquez. Allí se instalan durante 219 años, hasta que en 1.835 tiene lugar la exclaustración de las órdenes religiosas por decisión gubernativa, como consecuencia de la conocida Desamortización de Mendizábal.
Según los acuerdos pactados con sus anteriores dueños «la Orden se compromete a edificar a su costa la iglesia y la capilla mayor, debiendo ser ambas de la grandeza exigida por las reglas de la construcción de las iglesias; para realizar esta obra contaban con un periodo de diez años a contar desde el 1 de enero de 1.617»(10).
El cumplimiento de este compromiso se hizo harto difícil para dichos frailes, debido a la escasez de ingresos en donaciones y limosnas con que pensaban financiar su fundación.

LAS IGLESIAS

Se constata que para 1.631 ya ha sido levantada la primitiva iglesia del convento, de reducidas dimensiones, perpendicular al río Genil, quedando como testimonio fehaciente casi una tercera parte de su nave en la actual sacristía.
De 1.755 a 1.776 se acomete la empresa de la construcción en nueva planta de un templo de cruz griega, más amplio, en sentido paralelo al cauce del río; tal como aparece representada esquemáticamente en el mapa topográfico de D. Francisco Dalmau (1.796).
 Este segundo templo se conserva hoy día exactamente igual como fue diseñado. Resulta poseer escaso valor artístico en su espacio interior; destacando, si acaso, por su excesiva sobriedad arquitectónica. Existe, sin embargo, un fuerte contraste con la armonía de líneas, paramentos y volúmenes que se contemplan en la fachada y torre, en consonancia con el estilo neoclásico imperante en la época, si lo observamos desde la calle.

LOS TOROS

Debieron tener muchos problemas económicos los basilios para llevar a buen fin la culminación de su obra durante los años antes mencionados. Hasta tal punto llegó la penosa situación que optaron por echar mano de una fuente de ingresos algo «curiosa» o anecdótica: en 1.769 el Abad Vázquez le envía un memorial al rey Carlos III en el se solicita «continuar las corridas de toros... para poder seguir dicha fábrica»(11). Se le concedió permiso para celebrarlas en la Carrera del Genil, al lado de la iglesia de las Angustias.
El recurso taurómaco es muy del XVIII, pero también muy basilio: ya el fundador del monasterio D. Antonio Alvarez Bohorques, en 1.617, «tomó parte en las fiestas que tuvieron por escenario la plaza de Bibrrambla (sic) con la corrida de toros y cañas en que destacó», cuenta Hernández de la Jorquera (12).
No conozco la hipotética relación que pueda tener ese relato anterior con los ancestros de la arraigada tradición taurina en Gor, posiblemente ninguna. Pero...¡Qué poco esfuerzo mental sería necesario para trasladarnos en un vuelo imaginario al marco incomparable de la hermosa plaza de Bibrrambla, en el corazón de la ciudad de Granada, contemplar a algún antepasado nuestro mostrando su gallardo valor torero y escuchar atónitos el estruendo de los aplausos que reverberan en las torres de la Alhambra!. ¿Por qué no...?

EL CLAUSTRO

El Claustro del Monasterio, de planta cuadrangular, se va configurando a lo largo del XVII, avanzando paulatinamente su lenta obra de albañilería.
Parece ser que la fecha de 1.681, en que se coloca el octógono del brocal para el pozo que todavía se halla intacto lo mismo que fue instalado en su día, sirviendo de punto central al patio-jardín, nos aportaría la referencia para datar la finalización de todas las dependencias de la vida monástica. Nuevamente cito las palabras del profesor Enrique Iniesta, que nos dibuja con la ayuda de su pluma literaria una descripción detallada: «El claustro, fácil y bello, levanta sesenta y cuatro arcos de almagre sobre blanco y un pozo centra su jardín. Bombardeado de naranjas y limones, el pozo de D. Martín es un octógono de piedra en cuatro de cuyos lados lucen símbolos religiosos y abaciales: la columna de fuego, la mitra, el báculo y la cruz patriarcal. En las otras cuatro caras presiden las invocaciones a JHS, María, Joseph y S.Basilio». (13).
Además, ¿qué síntesis más evocadora de la abadía donde nos encontramos, que el párrafo que referimos a continuación para valer de epílogo a la crónica con la que se ha intentado realizar una aproximación, lo más documentada posible, a algunos aspectos de un legado histórico-cultural hasta ahora bastante desconocido, -por lo menos para el que esto escribe-, y que de alguna forma es parte de la memoria histórica colectiva de nuestro pueblo, en tanto en cuanto el nombre de Gor (Casa Ducal de Gor) aparece continuamente en su discurrir a través de los últimos cinco siglos?. El párrafo aludido queda así: «El monasterio de S. Basilio, menos nombrado como de la Virgen del Destierro,...resulta un mundo mágico y prestigiado por el misterio vertical de su torre, por los dos silencios del claustro alto y bajo y las bibliotecas con los códices, incunables y raros... ornamentos multicolores, varios con la heráldica de los Gor» (14) 
Despedimos a estos entrañables monjes basilios dejándolos en los rezos y plegarias de su iglesia rebosante de cánticos y antífonas gregorianas; o paseando con sigilo por las galerías de su claustro labrado con tanto afán y esmero, donde sólo se oye el susurro de las hojas de la palmera movidas por la brisa. Salimos a la calle sin hacer ruido para no perturbar el retiro religioso de estos humildes frailes. ¡Por cierto!, esta calle ya se llamará para siempre el Paseo de los Basilios.

NOTA FINAL

  En 1.835 ocurre la exclaustración de las órdenes religiosas. El Convento Basilio pasa ha depender de la Junta de Enajenación de edificios y conventos suprimidos, hasta que en 1.838 el II Duque de Gor D. Mauricio Nicolás Alvarez de las Asturias Bohorques y Chacón adquiere nuevamente esta propiedad en subasta pública. (15). La historia y avatares de este monasterio en los años que siguen, (pasando por la fundación del Patronato de las Escuelas Pías como hecho más relevante), será el cometido del próximo trabajo a publicar, como parte tercera de la investigación de la Casa de los Gor en Granada.

AGRADECIMIENTOS

  Damos las gracias al Padre Enrique Iniesta Coullat-Valera, ilustre historiador, autor del libro «El Colegio junto al Río», con el que me siento en deuda por haber facilitado amablemente los documentos que se han utilizado como fuente de investigación para la redacción de este trabajo que se ha titulado «Dar Al Baida», aquí presentado.
Desde estas páginas nuevamente agradecemos su ofrecimiento de exponer en nuestro pueblo una muestra del legado ornamental y pictórico de la Casa Ducal de los Gor, que se halla depositado en el Colegio de los Escolapios de Granada, antiguo Monasterio de los Basilios. Si su agenda profesional no lo impide, contaremos con su presencia en las fiestas de Agosto.
También agradecemos la colaboración prestada por Francisco Vargas Vela en las tareas de reportero gráfico, que ha realizado desinteresadamente las fotografías que ilustran esta crónica.

 

 

(1)Molinero Espadas, Antonio: «El monasterio de S. Basilio de Granada, fundación y asentamiento», tesina de la Facultad Teológica de Cartuja de Granada. 1983. Inédita. Págs. 49-52 y 69. Volver
(2)Henri Pérès: «Esplendor de Al Andalus». Ed. Hiperión. Madrid, 1.983. Pág. 151. Volver
(3)García Gómez, Emilio: «El mejor Ben Qúzman en 40 zéjeles». Alianza Editorial. Madrid. 1.981. Págs. 115-116. Volver
(4)Henri Pérès. (op. cit.) Pág. 192. Volver
(5) Durán y Lerchundi, Joaquín: «La Toma de Granada y caballeros que concurrieron a ella». Tomo II. Imprenta y litografía de los huérfanos. Madrid, 1.893. Págs. 479-481. Volver
(6) Padre Juan de Echevarría: «Paseos por Granada y sus contornos, o descripción de antigüedades». 1.764. Imprenta Nueva de Valenzuela, Calle de la Colcha. Reimpresión de 1.814. Pág. 68. Volver
(7) Gallego y Burín, Antonio: «Granada. Guía artística e histórica de la ciudad». Fundación Rodríguez Acosta. Madrid, 1.961. Pág. 280. Volver
(8)Pérez de Hita, Ginés: «Guerras Civiles de Granada». Parte 2ª, cap. XVIII, Biblioteca de Autores Españoles, vol. 3. Novelistas anteriores a Cervantes. Madrid, 1.896. Pág. 649.
Cit. en Iniesta Coullat-Valera, Enrique: «El Colegio junto al Río». 1.993. En imprenta. Volver
(9)Gómez-Moreno Calera, José Manuel: «La arquitectura religiosa granadina en la crisis del Renacimiento (1.560-1.650)». Granada, 1.989. Pág. 249. Volver
(10) Molinero Espadas, A. : (op.cit.). Pág. 63. Volver
(11) En Iniesta Coullat-Valera, E. (op. cit.). Folio 17. Volver
(12)
En Iniesta Coullat-Valera, E. (op. cit.). Folio 17. Volver
(13) En Iniesta Coullat-Valera, E. (op. cit.). Folio 13. Volver
(14) En Iniesta Coullat-Valera, E. (op. cit.). Folio 13. Volver
(15) Arch. Casa Ducal de Gor. Granada. Estante G, cajón 15, nº 3: «Copia de escritura de venta del edificio del Monasterio que fue de San Basilio, extramuros de esta Ciudad, con su Yglesia (sic) y Sacristía, patio principal, un corral, el atrio o compás, un huerto o Jardín pequeño...»
Copia obtenida recientemente, antes de que en el verano de 1.992 se trasladase el Archivo con toda su documentación fuera de la ciudad de Granada, sin que se conozca exactamente su destino actual. La copia ha sido cedida por cortesía del profesor Enrique Iniesta. Volver

 

 

 

 

 

 

 

DAR AL BAIDA -El Patronato de Escuelas Pías-

RESUMEN-COMENTARIO

Quienes hayan tenido la ocasión de haber leído los dos últimos Boletines del Club Amigos de Gor, tal vez habrán dedicado unos minutos a sendos artículos que, bajo el epígrafe de "Cultura e investigación", han versado acerca del legado histórico-cultural de la Casa Ducal de Gor en la ciudad de Granada.
Ante un tema que podría ser objeto de no pocas polémicas sociológicas, reitero que en todo momento se ha evitado entrar en valoraciones positivas o negativas de índole socio-económica, en aras de la mayor neutralidad posible. No se ha pretendido otro objetivo que no sea el de exponer a los lectores algunas manifestaciones de tipo cultural que, por pertenecer a tiempos pretéritos, ya han pasado a formar el compendio de la historia.
El artículo anterior a éste se tituló "Dar Al Baida" -De Basilios a Escolapios-. La expresión entrecomillada viene a significar en lengua árabe el equivalente a "Casa Blanca", en alusión al color exterior de la edificación propiedad de la familia granadina de los Alvarez de Bohorquez (sic), antepasados de los Duques de Gor, que en el año 1616 ceden en donación perpetua e irrevocable a la Orden Religiosa de los Monjes Basilios, para hacer en ella la fundación y asentamiento de un convento. Allí levantarán su claustro e iglesia. Allí se instalarán durante 219 largos años, hasta que en 1833 tenga lugar la exclaustración de las órdenes religiosas por decisión gubernativa, como consecuencia de la conocida Desamortización de Mendizábal.
En este punto y año termina el relato del artículo citado. El Convento Basilio pasa a depender de la "Junta de Enajenación (sic) de edificios y efectos de los conventos suprimidos", hasta que en 1838 el II Duque de Gor D. Mauricio Nicolás Alvarez de las Asturias Bohorques y Chacón inicia los tramites para recuperar esa propiedad, culminando el logro de ese propósito al año siguiente, según consta en la escritura de venta del edificio del Monasterio otorgada en Granada el seis de abril de mil ochocientos treinta y nueve.(1)

SUBASTA DEL MONASTERIO

Dando una ojeada curiosa a ese documento de escritura de venta del Monasterio podemos hallar ciertos detalles pintorescos de cómo se desencadenó todo el proceso hasta llegar a manos del Duque. Veamos como ocurrió.
El ocho de julio (del 1838) "en la Sala e Audiencia de la Intendencia""siendo las doce del día, por el pregonero público se manifestó en altas e inteligibles voces se iba a rematar el edificio Monasterio que fue de San Basilio", "tasado en setenta y seis mil doscientos cincuenta y nueve reales"(2)."Por Don Juan Nepomuceno Piedrahita, se hizo solicitud acomodando el Monasterio para establecer en él una fábrica y demás usos que le convengan, hace postura en las dos terceras partes de su valor", "se admite las postura". "Don Vicente de Vílchez la mejora en la cantidad de cincuenta y un mil reales al contado". "Don Lorenzo Perfecti demuestra haber hecho por escrito antes postura de igual cantidad". "Por Don Luis Ruiz se hizo otra hasta cincuenta y un mil veinte pagaderos al contado", "cuya mejora se admitió y publicó muchas veces y dando la hora de la una de la tarde, por no haberse presentado quien hiciese otra alguna", "quedó verificado el remate en el de D. Luis Ruiz como mejor postor".
En el pliego de condiciones de la subasta se fija esta cláusula: "El comprador del Monasterio será obligado a hacer desaparecer del campanario y de la (sic) fachada del mismo dentro del término que designe la Junta, todo emblema y aspecto significativo de su anterior destino"(3).
El tal D. Luis Ruiz en realidad no era más que un simple intermediario, un hombre de paja. En septiembre hizo cesión del remate de la subasta a favor de D. Mauricio Bohorques, Duque de Gor, que acepta en las mismas condiciones y cuantía estipuladas, haciéndose efectivo en varias cartas de pago y alguna cantidad en metálico (4).
Las intenciones del Duque, en su idiosincrasia de personaje perteneciente a la nobleza de la época, estaban lejos de pretender establecer una fábrica u otra clase de negocio en el antiguo Monasterio. Más bien se dejó llevar por la nostalgia de recuperar una propiedad emblemática de la familia: no olvidemos que, entre otras motivaciones más o menos altruístas que se nos puedan ocurrir, en la cripta del templo se encontraban las tumbas de sus antepasados y eso sólo ya podría parecerle a él razón suficiente para anhelar la vuelta de esa posesión al patrimonio familiar.
Varias generaciones anteriores a él y sus sucesores hasta la actualidad recibieron sepultura en dicha cripta. No hace mucho tiempo varios goreños tuvimos la ocasión de visitar algunas dependencias y contemplar el conjunto de lápidas que guarda este recinto. La oscuridad del espacio embovedado, las peripecias del levantamiento de la trampilla de acceso a la cripta, el aire añejo que allí se respiraba, algún que otro comentario emotivo... contribuyeron a crear una atmósfera misteriosa.
Recuperada la abadía, no se ejecutan las obras de demolición que imponían las condiciones de la subasta. Tampoco se eliminan los signos externos de su anterior destino religioso. El Duque haría valer sus influencias. Ni se hicieron obras de reparación para mejorar el deterioro al que el paso del tiempo lo había sometido: siguió en un lamentable abandono hasta el año 1859. Madoz, en el 47, dice: "El Monasterio de San Basilio está deshabitado y su iglesia abandonada"(5). José Francisco Luque, en el 53, cita: "el monasterio hoy pertenece al Duque de Gor y está destinado a diferentes usos" (6). "Seguramente, a almacenar los aperos de labranza y semillería de las huertas de los Gor que lo rodeaban y a alojar a los guardeses. Si en el año 1839 necesitaba reparación, estos años acentuarían el problema" (7).

EL DUQUE CHACON

El Duque Chacón, distinguido de todos sus predecesores y descendientes por este su apellido materno, nació en Granada el 16 de julio de 1792. Morirá en 1851.
Llegó a ser ciertamente una persona importante e influyente en la vida social de sus días. Vivió a caballo entre Granada y Madrid. Fue Gobernador Civil(entonces se llamaba "gobernador político") de Granada y de Madrid, y Vicepresidente del Consejo Real.
En las Cortes de 1840, Granada estaba representada por siete diputados. Uno de ellos era D. Mauricio Nicolás Alvarez de las Asturias Bohorques y Chacón. De su talante como persona y político, de botón de muestra nos sirve lo que de él afirmó su adversario político del bando progresista Mendizábal, ex-ministro de Hacienda de dos gobiernos liberales anteriores: "No es reaccionario sino conservador" y "de la más sana intención: lo sé porque hace muchos años que me honro con su amistad, es un antiguo amigo mío".
Además de político, sobresalió como pintor. Fue elegido académico de Bellas Artes de la de San Fernando de Madrid y en los últimos años de su vida se le nombró Presidente de la Sección de Pintura de la antedicha Real Academia.
Creo, sin lugar a equivocarme demasiado, que el Duque Chacón marcó la diferencia respecto al resto de los demás personajes que han poseído el título de Duques de Gor. No sólo por los cargos políticos y cívicos que ocupó, sino también por los rasgos de humanidad y sensibilidad hacia los problemas sociales.
La educación de los niños pobres era una de esas inquietudes, le preocupaba la carencia de escuelas de las primeras letras. Muerto el Duque en 1851, varios años después su viuda llevaría adelante la idea de fundar un Patronato para la enseñanza de niños cuyos padres no tenían los medios económicos necesarios para pagarles la asistencia a los colegios de entonces. De ese modo nacería el acuerdo Ayuntamiento-Escolapios-Duquesa viuda de Gor, que fructificó en el año 1859. Una lápida de mármol colocada en un lateral de la iglesia del Colegio de P.P. Escolapios da fe de esa fundación.

PATRONATO FAMILIAR DE LOS PP. ESCOLAPIOS

Si el Duque Chacón no pudo ver realizada su ilusión de transformar su desvencijado monasterio en un centro educativo, será su viuda quien persevere en el empeño hasta lograr la creación de un Colegio regentado por los PP. Escolapios, cumpliéndose así la voluntad de su querido esposo "que confidencialmente la manifestó en distintas y repetidas ocasiones" (8).
El proceso fundacional de esta institución se va a desarrollar entre los años 57 al 60 del pasado siglo. Se harán necesarios numerosos trámites burocráticos para legalizar ese Patronato, empezando por la concesión de los correspondientes permisos del Ministerio de Gracia y Justicia (9), hasta que una serie de acuerdos bipartitos entre Ayuntamiento y Escolapios, o entre Escolapios y Duquesa. En dichos acuerdos se convinieron, redactados por escrito y con levantamiento de las respectivas escrituras públicas, la Bases y Condiciones que debían ser respetadas por todas las partes.
A petición e instancias del Ayuntamiento de Granada la Reina Isabel II concede a la Corporación Municipal autorización para el establecimiento de un colegio de PP. Escolapios, para la enseñanza pública y gratuita de los niños pobres de la ciudad.
Recordemos que el sistema educativo español por aquellas fechas había sido reformado por la denominada Ley Moyano, en referencia al apellido del Ministro que la presentó para su aprobación en Cortes, que supuso un hito histórico en el campo de la enseñanza: por primera vez se promulgaba que la primera enseñanza debía ser pública y gratuita para todos los niños del territorio nacional (10). Fue sin duda un paso adelante de enorme importancia en los planteamientos educacionales de las nuevas generaciones. Luego resultó que una cosa era la ley y otra muy distinta la realidad social, porque el mismo poder central se desentendía de la financiación de la instrucción y se obligó a que la costeasen los propios municipios con sus recursos presupuestarios. Es decir, era de imperativo legal que los ayuntamientos gestionaran la instrucción pública, pagando a los maestros y manteniendo abiertas las escuelas con las dotaciones de sus presupuestos. Como es fácil de adivinar, muchos de estos ayuntamientos no estaban por la labor y fueron posponiendo la aplicación de esa normativa.
Retornando a nuestro relato, vemos que el Ayuntamiento de Granada trata de paliar en parte la excesiva demanda de escolarización. Negocia acuerdos con aquellas órdenes religiosas dedicadas a la enseñanza que puedan ofertarle soluciones a sus problemas. Magnífica oportunidad se le presentaba con el Instituto de los PP. Escolapios, puesto que aún no habían establecido colegio en esta ciudad. Por demás, su cometido era la dedicación pedagógica a las clases populares según lo había prefijado el Fundador, S. José de Calasanz. Mejor ocasión, imposible. Sólo faltaba entablar las oportunas negociaciones con ellos y buscarles un edificio que les valiera de colegio.
Las respuestas no se dejaron esperar demasiado. El pacto Ayuntamiento-Escolapios se rubricó el uno de julio de mil ochocientos cincuenta y nueve. En la Escritura de Bases y Condiciones (11), entre otras, se dice: "Se establecerá en la Ciudad de Granada, a la mayor brevedad posible, (...) a más tardar par principios del Curso de 1860 al 61, un Colegio de PP. Escolapios en el que, a tenor de los demás de su clase y con sujeción a los planes u reglamentos vigentes del Gobierno, se haya de dar la 1ª enseñanza y los estudios grales. de la 2ª.
Para llevarlo a efecto se presupone como cosa convenida, la cesión del edificio que la Excma. Duquesa Viuda de Gor, mediante su generoso desprendimiento, cede a los PP. Escolapios para su abitación (sic) y ejercicio de la enseñanza propia de su Instituto, el Convento de PP. Basilios (...), cuya cesión será objeto de un contrato especial entre la expresada Excma. Sra. y los PP. Escolapios". El Ayuntamiento se compromete a subvencionar con nueve mil reales anuales por aula que pase de tres.
El compromiso Escolapios-Duquesa ya estaba consensuado. También se firmó por aquellos días(11 de julio de 1859)(12). Este documento que citamos a pie de página va desvelando los pasos que siguió el proceso fundacional, nos descubre cuánto empeño derrochó la Duquesa para ver rehabilitado el monasterio basilio en centro educativo. En la correspondencia que mantuvo con el P. Provincial de los Escolapios se recoge un conjunto de ocho cartas (de diciembre del 58 a septiembre del 60)(13), en cuya amena lectura van descubriéndose los rasgos de la personalidad amable y delicada de esa señora. Vamos a leer unos párrafos de la última, fechada el 2 de septiembre del 60, unos días después de la inauguración del Colegio:
"Damos humildes gracias a Dios, mi apreciable y respetable amigo, porque se ha valido de nosotros, dando medios y fuerzas, para llevar a cabo la fundación del Colegio del Dulce Nombre de María de esa Ciudad en el día estipulado y venciendo las contrariedades que el enemigo a suscitado. Sea para honra y gloria de Dios y salvación de las almas.
No extraño que en el sermón le costara a V. trabajo contener las lágrimas pues a mí con sólo su carta de V. se me vinieron a los ojos. A pesar del sentimiento que he tenido en no asistir a la Instalación y en no haber ayudado a los trabajos de adornar la Iglesia, estoy segura de haber más conveniente que estuviera aquí pues no sabe V. los apuros que he pasado y el peligro en que hemos estado de que la aprobación del gobierno y la orden para que se abriera el colegio no hubieran llegado tan a tiempo como ha sucedido".
Como epílogo de nuestra historia retomemos algunas líneas de la Escritura de Fundación del Patronato: "Con estas calidades, condiciones y dotación anual para el Culto y conserbación (sic) del edificio, la expresad (sic) Excma. Sra. María de la O Jacoba Guiráldez y Cañas, Vizcondesa de Valloría (sic) propiedad y pertenencia (...), para que los Padres Escolapios lo ocupen para la primera enseñanza y los estudios generales de la segunda, así como para el culto divino (...); pero sin que por esto se entienda que se les transmite el derecho de propiedad que se reserba (sic) para sí y sus Sucesores(...)"
Muchos hombres ilustres de la vida granadina fueron educados en las aulas de este Colegio. Fue degenerando con el paso de los años de su primitiva misión de acoger a los más desfavorecidos. En la actualidad se halla convertido en un enorme Colegio, después de las ampliaciones que se realizaron a finales de la década de los sesenta.
... Y con el paso de los años, se fueron enfriando las relaciones Escolapios-Duques de Gor.

ANEXO.

ARCHIVO BLAS INFANTE.

En una gran sala de la primera planta del antiguo Claustro se alberga el Archivo de Blas Infante, que fue trasladado desde el Colegio Escolapio de Archidona, una vez clausurado. Es visitado por investigadores y personas que quieren conocer más de cerca los documentos donde plasmó sus ideas o datos autobiográficos este ilustre personaje andaluz, al que muchos consideran Padre de la Patria Andaluza.
El profesor Enrique Iniesta custodia celosamente este interesante Archivo. A quien desde aquí volvemos a reiterarle el agradecimiento por haber facilitado las fuentes documentales que han servido para la elaboración de los tres trabajos publicados acerca del legado de la Casa Ducal de Gor. El último es el que acabamos de leer en esos instantes.
Espero que hayan sido lo suficientemente atractivos y hayan aportado alguna nueva información. No me queda sino darles las gracias por habernos leído. Un saludo.

 

1. Arch. Casa Ducal de Gor. Granada. Estante G, cajón 15, nº3. "Copia de escritura de venta del edificio del Monasterio que fue de San Basilio, extramuros de esta Ciudad, con su Yglesia(sic), Sacristía, patio principal, un corral, un atrio o compás, un huerto o jardín pequeño..."
Copia obtenida recientemente, antes de que en el verano de 1992 se trasladase el Archivo con toda su documentación fuera de la ciudad de Granada, sin que se conozca exactamente su destino actual. La copia ha sido cedida por cortesía del profesor Enrique Iniesta. Volver
2. La tasación la practicó el arquitecto D. Baltazar Romero, por encargo de la Junta mencionada. Además del valor del edificio también se valoraron los gastos de las reparaciones necesarias. Nota del autor. Volver
3. Arch. Casa Ducal de Gor. Escritura citada: folio 12. Volver
4. Arch. Casa Ducal de Gor. Escritura citada: folio 22. Volver
5. Madoz, Pascual (1847): "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar". Madrid. Tomo VIII. Pág. 525. Volver
6. De Luque, José Francisco (1858: "Granada y sus contornos. Hª de esta célebre ciudad desde los tiempos más remotos hasta nuestros días". Eds. El Albir, 1980, pág. 523. Volver
7. Iniesta Coullat-Valera, Enrique: "El Colegio junto al Río". En imprenta. Volver
8. Arch. Casa Ducal de Gor. "Testamento de Dª María de la O Guiráldez Duquesa de Gor. Archivo General de Protocolos del Distrito Notarial de Madrid". Escritura de fundación de un Patronato familiar honorífico con establecimiento de PP. Escolapios en la ciudad de Granada otorgada entre la Excma. Duquesa Viuda de Gor y el Padre Provincial de las Escuelas Pías de Castilla la Nueva y Andalucía ante Don Sebastián Carbonell en Madrid, día 11 de julio de 1859. Volver
9. Arch. Casa Ducal de Gor. "Oficio del Ministerio de Gracia y Justicia, Negociado 3º, del 21 de octubre de 1857". Volver
10. Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, artº 7º. Volver
11. Arch. Colegial PP. Escolapios, Legajo 1. Granada. Año de 1859. "Copia de la Escritura de las Bases y Condiciones combenidas(sic) entre el Excmo. Ayuntamiento de Granada y los PP. Escolapios para establecer Colegio en esta Ciudad, otorgada ante D. Pedro Pérez Rivas en el 1º de julio de dcho. año". Volver
12. Arch. Casa Ducal de Gor. "Escritura de fundación de un Patronato..."Op.cit. Volver
13. Arch. Colegial PP. Escolapios. Granada. Legajo 1. Cartas de la Duquesa de Gor al P. Provincial. Volver

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