A la Aurora venimos buscando,
que dicen que anda por este lugar
y las calles se vuelven cristales
por donde la Aurora tiene que pasar.
Sacerdote, ministro de Cristo,
que en vuestras manos levantáis a Dios
y bajasteis del Cielo a la Tierra
con cinco palabras de consagración.
Es María la caña del trigo,
San José la espiga y el Niño es la flor
y el Espíritu Santo es el grano
que allí está encerrado por gracia de Dios.