![]() |
Boletín nº 44 (Diciembre de 2003)
|
8.-¿Sólo hay una forma de ser goreño? ¿Qué significa, para ti, ser goreño? Por supuesto que no hay una sola forma de ser goreño, ser goreño se puede ser de muchas formas. Pero buen goreño sólo se puede ser de una forma, y es demostrar que el amor que todos decimos sentir o tenerle a Gor no se quede en meras palabras o en bellas intenciones, sino que hay que traducirlo en hechos, en hechos que no persigan otra cosa que servir a Gor, no ser la excusa para servirse uno mismo o a intereses espurios. En hechos que persigan de forma efectiva solucionar los problemas que tiene Gor, en iniciativas reales e imaginativas que ilusionen y sean capaces de dar un vuelco a la situación, en propuestas que ilusionen y nos involucren a todos en su consecución, en proyectos de alcance que fundamenten nuestra ilusión y nuestros esfuerzos. Eso significa para mi ser buen goreño, trabajar por Gor honestamente, no parapetarse detrás de excusas estériles y pueriles o malintencionadas. Yo lo hice y no me dejaron, pero eso no quiere decir que no se deba seguir intentando. No debo ser yo, sin embargo, quien deba ese nuevo primer paso. 9.- De tu infancia y juventud en GOR seguro que recuerdas historias y vivencias dignas de contar… Pues a pesar de las carencias de todo tipo del Gor de entonces, del Gor de mi niñez y el de mi juventud, yo tengo gratos recuerdos, sobre todo de mi niñez. Recuerdo, por ejemplo, que todos estábamos enamorados de Chari, entonces una niña con un sexappeal especial. Una noche fuimos a echarle una serenata de transistor a pilas con German, que era el "más enamorado", y Carmelo, que vive en frente, se asomó al balcón y nos dijo: "Pero que pollas os habéis creído, que estamos todavía de Fiestas? Como no apaguéis ahora mismo ese trasto bajo y os deslomo a palos " . Y ahí acabó nuestra incursión de enamorados románticos una noche de verano. Pero yo de quien estaba enamorado era de Agusta, una mujer que desbordaba alegría y entusiasmo allí donde estuviera. Era guapísima, y sigue siéndolo. Tengo muchos recuerdos y vivencias. Nuestros ídolos en fútbol eran los hermanos Ramírez, Rafael, Joaquín y Graciliano y más tarde Pepe Olea. Ibamos a jugar a Hernan Valle en una motocarro que no sé como no nos matamos todos. Me encantaba irme con Guillermo, Gracialiano, Luisito, Rafael Ramírez, Vicente, etc., a cazar gorriones a las alamedas, primero con tirachinas, más tarde Luisito trajo un fúsil de balines que a aquello fue la revolución. Vicente nos pegaba a todos, nadie podía con él, así que el que le gastaba una broma o se metía con él tenía que poner pies en polvorosa ipso facto. Mi hermano Paco le pegó una pedrada en plena cabeza a Santiago "el Sastre" desde la esquina de la Iglesia, estando él en medio de la plaza, que fue la pedrada más certera e inverosímil de la historia de Gor. Don Atanasio nos tenía a todos controlados y el que se movía no salía en la foto. Germán tenía una bicicleta con la que medio Gor aprendió a montar, yo entre ellos. Recuerdo sobre todos las matanzas; el aire de Gor se impregnaba de olor a especias, a cebolla cocida, a hoguera de leña..., un aroma que para mi era gloria bendita. El día que yo comencé a amar las matanzas fue el día que Rosendo me invitó a su casa a comer morcilla recién hecha, ¡cómo estaba la morcilla, Dios mío! Pero lo que más me ilusionaba, lo que esperaba siempre con una inquietud desbordante, era la llegada de los palos a la plaza para construir la plaza de toros... Nadie en el mundo ha podido ser más feliz que los niños de Gor con los palos de la plaza. No sigo porque si lo hago tenéis que dedicar toda la revista a mi entrevista. De mi adolescencia recuerdo, sobre todo, las andanzas que Julio, Manolo y yo llevábamos a cabo. Posiblemente fuera aquella una de las épocas más felices de mi vida, me sentía tan a gusto con ellos... Mi juventud se desarrolló fuera de Gor, aunque en contacto con Gor. Emigrar es siempre doloroso, pero para mí llegó un momento en que se hizo absolutamente necesario porque los horizontes de Gor se me cerraron de pronto, no había elección. La emigración abrió mi mente a otras costumbres, a otras formas de entender la vida. Cuando yo llegué a Madrid a los diecisiete años, directamente de Gor, descubrí un mundo nuevo que me desbordó, sentí que yo no estaba preparado para enfrentarme a la forma de vida que se desarrollaba ante mis ojos. Yo era un perfecto ignorante, un apocado, un reprimido. Estaba asustado. Añoraba a Gor. Era, en definitiva, un perfecto imbécil, lo que habían hecho de mi diecisieta años de educación retrógrada y profundamente castradora. Me costó mucho superar aquello, pero sufrí mucho. Hoy, cuando recuerdo aquella época, me estremezco de lo tonto que pude llegar a ser. 11.- A lo largo de estos quince años de vida de la ACAG, también deben haber ocurrido cosas que te hayan hecho sentirte satisfecho aunque, también haya habido otras no del todo satisfactorias. ¿Por dónde empezamos? Quiero sobre todo que Gor sepa que yo no me arrepiento de haber hecho por Gor lo que he hecho y lo que intenté hacer pero no me dejaron, entre otras cosas porque yo también tengo mi parte de responsabilidad en ello. La experiencia de crear el CAG me ha enriquecido, moral e intelectualmente. Hoy me conozco y conozco a los demás mejor que antes de embarcarme en esa aventura que, para mí, ha sido decisiva, me ha cambiado. Por lo tanto no dudaría en volver a hacerlo aun a sabiendas de lo que sucedería. Durante ese periodo he recibido muchas muestras de cariño y admiración por parte de muchos goreños a quienes yo he tratado de forma recíproca; es esa una satisfacción que no cambiaría por nada. La experiencia de sentirse querido es explosiva, te da alas, te engrandece por dentro, elimina en ti el pesimismo y la pereza, te da fe y te insufla tal confianza que nada te parece imposible. Es sencillamente grandioso. Si todos nos sintiéramos queridos el mundo sería pura magia. Pero en esta vida jodida todo tiene su cruz. Yo he sido vilipendiado en Gor, desprestigiado, desautorizado, insultado y menospreciado, se me ha segado la hierba bajo los pies, he sido engañado, cortocircuitado y traicionado. Lamentablemente así es la vida. Y debo decir que tal vez deba ser así mientras no nos merezcamos algo mejor, todos somos culpables, que nadie se llame a engaño. Si yo hubiera dispuesto de recursos para enfrentarme a quienes estaban echando chinorros en el engranaje del proyecto no se hubieran salido con la suya, pero ni los tenía ni los había. Por otra parte yo siempre sostuve que "el Club Amigos de Gor sería lo que los goreños quisieran que fuese", no era cuestión de que yo hiciera de ello una cuestión de honor o algo parecido. Lo intentamos y no pudo ser. A partir de ahí que cada cual piense si pudo haber hecho más de lo que hizo o adoptar una actitud más positiva. Eso es todo.
Esta pregunta supone entrar en detalles y, claro, entrar en ellos supone reducir el ámbito de observación. En mi opinión, el primer objetivo que se debió cumplir y no se cumplió fue fortalecer la influencia del CAG que, dicho sea de paso, lo consiguió en parte, pero sólo en parte. Este aspecto era básico para acometer una serie de iniciativas que esperaban su puesta en marcha. Y no se hizo. De aquí parten todos los males. La Junta Directiva, he de decirlo, no estuvo a la altura, se achantó. Tampoco estuvo a la altura el Ayuntamiento, pero podía haberlo estado si la Junta Directiva hubiese ejercido como tal, pero no lo hizo. Todas mis propuestas e iniciativas fueron rechazadas, todas. Se debió llevar a cabo una campaña de captación de socios –el objetivo era llegar a los mil-, pero no se hizo, se rechazó la idea. Se debió haber entrado en el negocio inmobiliario como fuente de ingresos para la Asociación –de hecho yo propuse comprar la casa de Ketys en la calle Ancha y se rechazó igualmente-: La propia Ketys me dijo que la había puesto a la venta en dos millones, pero que si la compraba el CAG nos rebajaba un cuarto de millón. Se rechazó igualmente que fuese el CAG quien gestionase la gasolinera del área de servicio –aquí la Junta Directiva, no es que la rechazase, es que le dio vértigo contemplar semejante posibilidad-, sin embargo esa posibilidad era real, se la ofreció al Club la persona idónea para conseguirlo. Se debió haber construido una sede social propia, pero la propuesta para conseguirlo también fue rechazada. Es decir, todas mis iniciativas, como dije antes, eran cortocircuitadas. Si todo eso se hubiese llevado a cabo nadie hubiera podido detenernos, nadie, el CAG sería hoy una Asociación federada a nivel nacional en la que confluirían muchas voluntades y hubiéramos cambiado la faz de Gor de una forma radical. Pero pudo más la insidia y la desidia. Gor se lo ha perdido. 13.- Si tuviéramos que empezar ahora, ¿qué aspectos mantendrías? ¿cuáles modificarías? La primera modificación sería la de los Estatutos. Cambiaría el ámbito de actuación para dar cancha a Caldas, a Sabadell, a Levante y en general a cualquier lugar donde hubiera un grupo significativo de goreños. Cambiaria la forma de elegir los cargos de la Junta Directiva, incluso le exigiría a cada cargo jurar o prometer fidelidad a los principios de la Asociación y a trabajar por ella con lealtad; introduciría modificaciones puntuales en los Estatutos a fin de acabar con las conductas insolidarias y desleales que pusieran en peligro a la Asociación; marcaría objetivos generales y particulares a cumplir en el periodo de tiempo que se considere..., en fin, un cambio radical. Mantendría los objetivos a conseguir que siguen siendo válidos e introduciría otros. 14- ¿Te consideras incomprendido por la gente del club y por la gente de Gor en general? De ninguna manera aunque parezca mentira. Me siento querido por los goreños en general y por la gente del Club en particular, sólo que me siento maltratado. No se ha valorado mi esfuerzo ni lo que pude llegar a hacer si me hubiesen acompañado. Tampoco se ha valorado suficientemente la enorme trascendencia que tuvo para Gor en su momento el nacimiento del CAG y lo mucho que cambió Gor a partir de su nacimiento. Mi nombre, actualmente, no aparece ni en la web de la Asociación; en el staff de la revista aparece perdido al final de la columna en la que me equiparan, como fundador, con el registro de la ACAG en Gobernación. Cuando la nueva Junta Directiva quiso hacerme un homenaje que no fue tal, sino la mera entrega de una placa, todos lo sabían excepto yo y, por si fuera poco, no asistió ningún goreño residente en Gor excepción hecha de Fandila y su mujer y su hermana Mari Carmen. Del Ayuntamiento, nadie. Así es Gor. 15.- Ahora, en positivo, ¿cuáles han sido nuestros mayores logros? ¿qué cosas positivas hemos aportado a Gor? Sobre todo una: demostrar que en Gor pueden hacerse cosas en contra de la opinión de quienes nunca han hecho nada. Si no hemos ido más allá, no es porque "en Gor no pueda hacerse nada", sino porque nos hemos equivocado de tren, no de vía, de tren. Pero dicho esto, y aparte del mantenimiento contra viento y marea de la Revista, una especie de milagro en contra de lo que se crea, el Club Amigos de Gor puede, sin ningún complejo, esgrimir como logros suyos haber promocionado el nombre de Gor como nadie lo ha hecho; volver a interesar a los goreños por Gor –recuerda que las Fiestas decayeron de forma alarmante-; Esto, que no parece gran cosa, supuso dinamizar la vida goreña. La gente volvió a arreglar casas, a comprar casas, a arreglar casas, a "hacer cosas" que nunca se habían hecho. El CAG contribuyó a que la Junta de Andalucía se interesara por proporcionarle a Gor un Área de Servicio –ahí está el informe que hicimos al respecto-; el CAG propició un convenio de colaboración con Caldas de Montbuy, como paso previo al hermanamiento, que supuso todo un acontecimiento en Gor, convenio que nadie se ha interesado por él, pero que está ahí, esperando que alguien lo active; colaboramos de manera muy especial en la recuperación de la Fiesta de Moros y Cristianos en Las Juntas; a las Fiestas les dimos otras alternativas..., en fin, para qué seguir, son estas suficientes muestras para demostrar que lo de "serle útiles a Gor" no era demagogia ni afán de protagonismo. 16.- Personalmente pienso que uno de nuestros mayores logros ha sido el consolidar el boletín en el que se ha recogido la vida y la historia pasada y reciente de Gor a lo largo de estos 15 años. ¿Cuál es tu valoración al respecto? El Boletín supuso y sigue suponiendo, el logro más personal, auténtico e indiscutible de la Asociación. Nació en el seno de ella, a base de mucho esfuerzo y sacrificio personal, con auténtica vocación de servir a Gor y a los goreños en sus afanes, y sin ayuda de nadie. Por lo tanto es obra nuestra. Ha conocido etapas brillantes con contenidos muy estimables. Hay que abrirlo, involucrar a la gente para que enriquezca sus contenidos. Actualmente ha perdido muchas secciones, lo cual le ha restado interés y tal vez variedad. Hecho de menos las paginas de opinión, las que se interesan por la vida cotidiana de Gor a nivel de calle, de aquellos temas eminentemente informativos, pero con tratamiento personal, que interesan a los goreños por su cercanía..., pero en fin, lo importante es su mantenimiento. 17.- Y..., mirando hacia delante ¿Cuáles serían tus propuestas para el futuro de la ACAG? El futuro de la ACAG requiere, como primer paso, una renovación integral, yo diría que casi habría que empezar de nuevo, con personas nuevas y nuevos planteamientos, con una cierta y firme predisposición a trabajar. Habría que replantearse su estructura de funcionamiento y dotar a cada cargo, como yo intenté hacer y no se aceptó, de un presupuesto para su área de actuación. Replantearse el tema de tesorería como algo vital e involucrar en él a todo el mundo, personas e instituciones, no sólo para que aporten ayuda, sino ideas, iniciativas, propuestas, etc., que garanticen el respaldo económico suficiente para abordar la consecución de objetivos; darle mayor contenido social a su actividad; expandir, como ya he dicho, su ámbito de actuación. Y sobre todo actuar sin complejos a la hora de pedir, molestar, criticar, señalar, rogar, discutir, insistir, investigar, ..., y los aguafiestas a la calle sin contemplaciones. 18. ¿Nos quieres decir alguna cosa más que nos hayamos dejado en el tientero? La verdad es que os habéis dejado muy pocas cosas en el tintero, pero ya que me dais esta oportunidad quiero desde aquí enviar mi recuerdo y mi reconocimiento a toda la gente que creyó en mí y me apoyó, especialmente a Gregorio "el Sevillano", para que todos sepan de quien se trata, que fue el primero en ofrecerme "lo que hiciera falta" y lo siguió manteniendo hasta el final. Para mí es un goreño ejemplar. A las mujeres de Gor, encabezadas por Alicia que las aglutinó a todas. A los goreños y goreñas de Caldas con Eulalia de maestra de ceremonias; a los goreños y goreñas de Sabadell, con Mary Carmen como incansable colaboradora. Un recuerdo también para Santiago "el Sastre", que nos ofreció y nos dio su ayuda. Seguro que me dejo a alguien en el tintero, pero que no me tenga en cuenta, pues fueron muchos los que me apoyaron. Por último, un recuerdo póstumo para Joel el belga: dejó su vida en Gor porque le gustó Gor y quiso vivir en Gor. Para mi fue un gran goreño y me inspira un respeto enorme.
|